Es importante que tu niño juegue solo: te contamos por qué

Es esencial para el desarrollo cognitivo y emocional de los niños

Ana Más

Aunque a partir de los dos años un niño empieza a ser mucho más independientes físicamente, es decir en lo que se refiere al movimiento, andar, correr, caminar e incluso manipular objetos, todavía a nivel intelectual nos necesitan mucho y dependen mucho de nosotros. Te hablamos de la importancia de que tu niño juegue solo

Elena Olivares, guía Montessori especializada en Inteligencia Emocional lo explica así en Hola: “Por esta razón nos reclaman todo el tiempo y no quieren, o más bien no saben, jugar solos. Todos sabemos la importancia que tiene el juego en el niño para su completo desarrollo. El juego permite estimular sus sentidos, ejercitar su cuerpo, adquirir habilidades y aprender a tomar decisiones.»

Ante la pregunta de si debemos jugar con ellos cada vez que nos reclamen, la respuesta de la experta es NO, ya que el juego independiente tiene muchos beneficios, pero tenemos que enseñarles cómo jugar solos.

¿Quieres entretener a los peques de la casa y no sabes cómo? Es cierto que existen muchas modalidades y que todo dependerá de las edades y también de los gustos de cada uno. Pero es cierto que muchos encuentran la diversión haciendo manualidades, en juegos de mesa, en juegos al aire libre, viendo los dibujos animados e incluso, jugando a juegos en los que solo se necesita papel y boli. Sin embargo, cuando vas a hacer un viaje muchas de estas opciones no son posibles y, por eso, muchos recurren a las adivinanzas.

La importancia de que tu niño juegue solo

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Jugar solos les va a ayudar a desarrollarse cognitiva y emocionalmente, aprenderán a explorar el mundo y a relacionarse con otros niños, además de a tomar decisiones y por supuesto a divertirse y a explorar sus capacidades sin contar con la aprobación permanente de una adulto.

Y es que los beneficios de jugar solos son muchos:

  • Les permite ser más autónomos porque exploran el mundo que les rodea y aprenden a relacinarse con personas y cosas de su entorno.
  • Les ayuda a tomar decisiones por si mismos
  • Les permite desarrollar el juego simbólico sin la intervención de un adulto
  • Fomenta la fantasía y la creatividad, ya que es muy posible que cree escenarios y personajes que no existen, desarrolla un juego sin limitaciones que no está marcado por los deseos de los demás
  • Además favorece el autoconocimiento, les ayuda a saber por si mismos qué les gusta y cómo hacerlo
  • Favorece su automestima y confianza en si mismo al verse capaz de jugar sólo
  • Desarrolla la concentración y con esta desarrolla la memoria

Pero no debemos olvidar que el niño necesita compartir el juego con otros niños y con otros adultos para aprender a relacionarse, para aprender las reglas de convivencia y  para desarrollar su lenguaje y sus habilidades sociales.

Tal y cómo explican en Guia Infantil: «El juego compartido y el juego en solitario se complementan, ninguno debe suplir al otro porque ambos son necesarios para el correcto desarrollo cognitivo y emocional de nuestros hijos.»

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