La conocida como ‘la hija rebelde’ de la familia Boyer era madre de cuatro hijos y una persona que respetaba mucho su privacidad. Al contrario que otros miembros de su familia como su padre, que fue durante años un personaje público después de casarse con Isabel Preysler, Laura siempre quiso vivir apartada de las cámaras y centró su vida en sus hijos y, durante un tiempo, también en su carrera como economista aunque después acabó licenciándose en Fotografía y Dirección y Guion Cinematográfico, su gran pasión.
La hija del exministro se casó muy joven, con solo 20 años, y, aunque tal y como recogió la prensa del corazón, en ese momento su relación con su padre ya estaba algo deteriorada por el divorcio entre este y su madre, fue él quien la acompañó al altar. Pues, aunque todo apunta a que la separación de sus padres fue un duro golpe para ella y marcó un antes y un después en su relación con Miguel Boyer, Laura siempre mantuvo latente el afecto por su padre y cuando este estuvo ingresando antes de morir, le visitó cada día en la clínica, sin fallar ni uno.
Precisamente por esto, cuando en septiembre de 2015 la dermatóloga Elena Arnedo falleció, Laura Boyer se enfrentó, sin duda, al que fue uno de los momentos más duros de su vida, y es que, en solo un año, tuvo que gestionar la muerte de sus dos progenitores.
En el plano sentimental, Laura Boyer tampoco tuvo mucha suerte. En 1986 se casó con Luis Imedio en una ceremonia que generó un grandísimo interés mediático. Con Imedio Laura tuvo dos hijos a los que llamaron Gonzalo y Hugo. Después, la pareja empezó a tener problemas y finalmente se separó.
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