Han pasado ya ocho años desde que Mercedes Milá dejó de presentar Gran Hermano, pero es un hecho que sigue siendo una gran consumidora de los realities de Telecinco, como es Supervivientes. La presentadora no duda en utilizar sus redes sociales para compartir su opinión respecto a los diferentes acontecimientos en el concurso, y con uno de sus últimos mensajes ha debido quedarse la mar de a gusto.
Haciendo gala de su experiencia en el medio, recordaba que «todo lo que vemos en la televisión pasa por un objetivo. A veces parece que esa palabra adquiere un significado definitivo«. Acto seguido se centraba en juzgar la actitud de los hermanos Alma y Manuel Bollo desde plató.
«No saben todavía que ese objetivo los está destruyendo. Y por supuesto digo ‘destruyendo’ como concursantes de un reality y no para su vida real, en la calle«, apuntaba Milá sobre el papel que han adoptado tras su salida del concurso. A estos mismos confesaba no creer: «Siguen contándonos una historia que los que tenemos que votar no hemos visto«.
Mercedes Milá advierte a la madre de Adara de poder cargarse el concurso de su hija
La actitud y el temple de los defensores en plató es crucial y forma parte del concurso de cada superviviente. Eso Milá lo sabe muy bien, por eso señalaba a Elena Rodríguez, madre de Adara, de poder cargarse el concurso de su hija con sus intervenciones en plató.
«Elena, la madre de Adara, comete el mismo error. Está a la defensiva, no la vemos relajada, utiliza la ironía y el sarcasmo sin darse cuenta de que va a ser ella la que acabe dañando a su hija en lugar de defenderla«, apuntaba la de Esplugas de Llobregat.
Pero no todo ha sido repartir. Mercedes Milá aplaudía la labor de Isa Pantoja como defensora de Asraf, su pareja. «Isa Pantoja da en cada aparición una lección de compostura, educación y aceptación. No debe haber sido fácil para ella ver desde su casa el vacío que sufría su novio sin poder hacer nada para aconsejarle ni advertirle«, añadía Milá.
Esta cerraba esta publicación en sus historias de Instagram con una lección de televisión que ya defendió en numerosas ocasiones al frente de Gran Hermano: «Las cámaras son objetivas, no hay manera de engañarlas. Quizá por eso amo tanto mi trabajo«.
