Evita que tu hijo adolescente consuma bebidas energéticas: estas son las razones

Los expertos explican los efectos nocivos sobre su salud

Ana Más

Carlos Casabona, es pediatra, escritor y divulgador además de autor junto a Julio Basulto de Beber sin sed (Ediciones Paidós) y hace mucho que está alertando sobre el consumo de bebidas energéticas en menores, “Estas bebidas, que deberían llamarse estimulantes, tienen 40 tipos distintos de efectos y, desgraciadamente, se han dado bastantes casos de muerte súbita asociados, sobre todo, al ejercicio físico intenso”.

Y es que es bastante frecuente ver grupos de adolescentes en un parque compartiendo latas de este tipo de bebidas energéticas y lo más seguro es que ninguno de ellos sepa que su alto contenido en cafeína equivale a tomarse tres cafés seguidos.

En declaraciones a niusdiario.com Casabona explica que el problema con este tipo de bebidas empieza desde el nombre, que por otra parte, se han inventado los que las venden, «La OMS y los expertos preferiríamos que se llamaran bebidas excitantes», explica.

Estos son algunos de los efectos de las bebidas energéticas

El experto alude a las altas dosis de cafeína como el factor principal que las hace tan peligrosas, pero además de la cafeína explica que «les ponen montones de otras sustancias cuyos efectos a largo plazo desconocemos: glucuronolactona, taurina o vitaminas B por un tubo (el 300% de lo que necesitaríamos en un día)… Es un cóctel que, si ya de por sí tiene altas dosis de cafeína, encima le ponen ginseng, guaraná, taurina, glucuronolactona y vitaminas en dosis elevadísimas…».

Respecto a las alteraciones que pueden ocasionar este tipo de bebidas en los más jóvenes habla de hasta cuarenta tipos de efectos secundarios entre los que están taquicardia, arritmias y palpitaciones además de insomnio, cefaleas, mareos e hiperactividad. También ansiedad, así como ictus, alteraciones del esmalte dental, carie, náuseas, vómitos, diarrea, además de riesgo de dependencia, por la cafeína, baja autoestima y fracaso escolar.

Y habla de la importancia de convencer a los menores de no consumirlas, «Hay que convencer a un menor de que son productos diseñados hace menos de 20 años para ganar dinero, engañar y estimular demasiado».

Por otra parte en declaraciones a lavanguardia.com, la doctora Carmen Rubio Armendáriz, miembro del Comité Científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) y coordinadora de un  informe sobre las bebidas energéticas en el que se alerta de su elevado consumo en jóvenes y adolescentes, afirma que «los etiquetados de estas bebidas son incompletos, ya que no incorporan las cantidades de otras sustancias distintas de la cafeína, como pueden ser la taurina, la L-carnitina, el gingseng, el gingko o el guaraná, entre otras» y añade que «Es recomendable trabajar mano a mano con la industria para que esta incorpore en el etiquetado la recomendación de consumir estas bebidas con moderación, además de no comercializar, como ya ocurre en otros países, envases de más de 500 ml ni de más de 32 mg de cafeína por cada 100 ml de producto».

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