La función principal del agua en el cuerpo es la de mantenerlo hidratado pero también regula nuestra temperatura corporal y ayuda a funcionar a los riñones, transporta nutrientes y oxígeno en la sangre y permite que se eliminen toxinas. La recomendación de los expertos es beber dos litros al día. Sin embargo al hilo de una investigación reciente parece que además del agua algunas otras bebidas son ideales para hidratarnos en casos de calor extremo y cuyo potencial hidratante es mayor incluso que el del agua.
El estudio se llevó a cabo en la Universidad St. Andrews de Escocia, que llegó a la conclusión tras comparar las respuestas de hidratación en el organismo ante el consumo varias bebidas diferentes que el agua no es la bebida más hidratante que existe.
El informe se publicó en The Americal Journal of Clinical Nutrition, y tal y como explican desde businessinsider.es revela que «mientras que el agua, tanto sin gas como con gas, hace un buen trabajo al hidratar rápidamente el cuerpo, las bebidas con un poco de azúcar, grasa o proteína hacen un trabajo aún mejor para mantener la hidratación durante más tiempo».
Esto tiene que ver con la forma en la que el cuerpo responde a la bebida, que a su vez tiene mucho que ver el volumen, «cuánta más cantidad se bebe, más rápido se vacía la bebida de su estómago y se absorbe en el torrente sanguíneo, donde puede diluir los fluidos del cuerpo e hidratar el organismo», explican. El segundo factor está relacionado con los nutrientes que tiene la bebida en su composición. «Por ejemplo, se descubrió que la leche es incluso más hidratante que el agua pura porque contiene lactosa, el principal azúcar (o carbohidrato) de origen natural que hay en los lácteos, algo de proteína y algo de grasa», explican desde el mismo medio. Tres nutrientes que contribuyen a retrasar el vaciado de líquido del estómago y a mantener la hidratación durante un período más largo.
Además de la leche desnatada, las soluciones de rehidratación oral (como Pedialyte o Liquid I.V.), la leche entera y el zumo de naranja son las cuatro bebidas que hallaron como más hidratantes entre trece de las más comunes que probaron los autores del estudio.
Aunque hay que tener cuidado con los zumos y las bebidas gaseosas con azúcares concentrados ya que aunque pueden tardar algo más en vaciarse del estómago en comparación con el agua, «cuando llegan al intestino delgado, su alta concentración de azúcares se diluye durante un proceso fisiológico llamado ósmosis», un proceso para el cual toma agua del cuerpo para diluir los azúcares que contienen estas bebidas, además de aportar azúcares añadidos y calorías vacías al organismo. Es decir entre refrescos o agua para hidratarnos, la elección es clara, agua siempre.