Otro aspecto muy importante para consolidar los conocimientos adquiridos de la mejor forma es el sueño. «Un estudio realizado en la Universidad de Harvard, publicado en la revista Nature Neuroscience, que comprobó que una buena noche de sueño te ayudará a consolidar lo aprendido y hará que cometas menos errores de memoria al día siguiente», explican desde la web de Digital Business and Law School.
La explicación es que mientras dormimos, nuestro cerebro transfiere lo que hemos aprendido a a la memoria a largo plazo, pero si nos mantenemos despiertos hay más probabilidades de que esa información se pierda, explican.
Además dormir poco o mal puede » provoca cambios negativos en el rendimiento cognitivo. No solo afecta la atención sino también la memoria y la toma de decisiones». Esto no niega la teoría de la que hablábamos al principio, podemos estudiar por la noche, si nos concentramos y aprovechamos mejor el tiempo pero en ningún caso, «quedarte toda la noche en vela pues será contraproducente», matizan.
Aunque en este sentido, cada persona es un mundo y mientras unos rinden más a primera hora del día, para otros la tarde-noche es el mejor momento para estudiar. «La regla de oro consiste en evitar los maratones ya que los resultados óptimos se obtienen cuando existe un equilibrio entre el estudio, el sueño y la distracción», explican desde la misma escuela aludiendo a un experimento realizado en la Universidad de Michigan y publicado en la revista Psychological Science, en el que se constató que la memoria mejora un 20 % con un paseo corto en la naturaleza. Y es que el cerebro, para consolidar el aprendizaje, necesita periodos de reposo y desconexión.
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