Si tienes niños pequeños quizás te hayas planteado qué zapato es mejor ponerles en esta época del año con tanto calor, que evite malformaciones, hongos y/o un exceso de transpiración.
¿Sandalias? ¿Chanclas?, ¿zapatillas de lona, de piel? ¿Zapato cerrado y transpirable? Si no tienes claro cual escoger te aclaramos algunas ideas al respecto. Lo primero que debes tener en cuenta, tanto si es abierto como si es cerrado, es que que estén confeccionados con tejidos transpirables.
Y es que los tejidos que no transpiran dan lugar a la humedad, causando mal olor y hongos. La mejor opción es el calzado fabricado con fibras naturales como el algodón que permiten una buena ventilación del pie.
¿Qué calzado es el mejor para los niños en verano?
Además, desde la web todopapas.com dan algunos otros consejos:
Deben ser cómodos y ajustarse bien al pie del niño. Por eso debemos evitar las tallas más grandes
deben sujetar bien el pie para que no se salgan y los tendones y los músculos no tengan que hacer un esfuerzo extra para que no se salga
debe tener suela antideslizante para evitar caídas
no debe ser totalmente plano ( lo ideal es una suela que no supere el centímetro y medio), ya que no permitirá una amortiguación correcta entre el suelo y los tobillos produciendo dolores en los pies, pantorrillas e incluso en la cadera.
en el caso de las chanclas debemos usarlas para la piscina y el mar exclusivamente ya que debido al material del que suelen estar hechos pueden causar hongos y rozaduras.
Y respecto a pasar zapatos de un niño a otro, lo primero que debemos hacer es estar seguros que un zapato esté en condiciones para pasar de un niño a otro. Esto se hace mirando que la parte rígida que sostiene el talón por detrás esté bien conservada.
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Si están muy gastados tendrán la suela deformada y pueden causar problemas de formación ósea e incluso de columna. Por el contrario los zapatos que se han llevado de manera puntual para alguna ocasión especial, no hay ningún problema en que se hereden.