Se llama Kéfir tanto a los gránulos con los que se fermenta la leche como al producto resultante. Los gránulos tienen consistencia gelatinosa y se utilizan para fermentar la leche fresca o el agua con azúcar, dando como resultado un probiótico que facilita la digestión y mejora las defensas.
El kéfir de leche es rico además en calcio, proteínas y vitaminas del grupo B y en menor medida contiene vitaminas A, D y biotina; y minerales como el potasio y el fósforo. Y una propiedad única es que Una propiedad única es que contiene kefirán, un polisacárido insoluble que es un potente antimicrobiano natural. Y probablemente de ahí venga su utilidad para lo que te vamos a contar: El kefir es un gran aliado contra el acné.
Tres de los principales motivos de los brotes de acné son el estrés, las hormonas y el maquillaje. De hecho, las espinillas en la barbilla suelen aparecer justo antes de la menstruación, en el caso de las mujeres, o incluso en pleno periodo.
Los cambios hormonales, la mala alimentación, además del alcohol y el tabaco pueden producirnos granitos en la piel que casi siempre son difíciles de combatir. En este sentido el kefir tiene mucho que hacer por tí, aunque esta vez en forma de mascarilla facial.
Para hacerla tienes dos opciones, comprarlo hecho o hacerlo tú misma en casa, para esto necesitas comprar granos de kefir, verás que su apariencia es la de una coliflor pequeñita y para hacerlo debes llenar un vaso de leche entera y poner dentro los granos , tan sencillo cómo esto. A la mañana siguiente estará listo para consumir o para hacerte tu mascarilla.
Aplicártela es tan fácil cómo untar de abajo a arriba, evitando ojos y boca, tu rostro con un poco de Kéfir, dejar un cuarto de hora para que haga efecto y retirar.
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