Desde El Periódico remiten a un estudio del comparador financiero HelpMyCash.com del que precisamente se deduce esto. Y es que tener más de una cuenta parece potenciar el ahorro y controlar de manera más asertiva los gastos. Algo que explican desde el comparador financiero así: «Dividir los ingresos en distintas cuentas permite vigilar cómo se desembolsa el dinero y tomar decisiones para mejorar la administración del mismo».
Sin embargo. estas no son las únicas razones para tener más de una cuenta. Desde el mismo medio apuntan otras como que en el caso de que el banco nos bloquee la cuenta por sufrir una estafa o no tener actualizados nuestros datos personales, disponer de otra cuenta nos será útil si nos urge realizar alguna operación.
Esto además nos permitirá ahorrar más fácilmente, ya que tener los ahorros en otra cuenta evitará que los gastemos al menos con tanta facilidad, tal y como explican desde HelpMyCash: «Con este tipo de estrategia, una persona puede depositar el dinero de sus gastos fijos en una cuenta y asegurarse de que tiene suficiente para pagar sus facturas mensuales, mientras que el resto del dinero se va a una segunda cuenta con la que ahorra para su colchón de emergencia, para un viaje o para la entrada de un piso».
Pero hay una razón más: «sucede una crisis financiera y tenemos repartidos los ahorros, dado que en estos casos sólo están garantizados hasta 100.000 euros de nuestro dinero por cada titular y entidad». La conclusión parece clara: » Es la mejor forma de administrar el dinero. Digamos que es como dividir el capital en diferentes cubos, cada uno con su propio propósito».
Desde La Vanguardia proponen una estrategia algo más compleja que tener dos cuentas: tener cuatro. «Con esta configuración, se tendrán cuentas separadas de la siguiente manera: lo esencial, el estilo de vida, el ahorro y el ahorro por objetivos», explican.
La primera para lo esencial, es decir para los gastos mensuales que no cambian, (alquiler o hipoteca, pagos del coche, el seguro, el recibo del agua, la luz, supermercado). La de estilo de vida para financiar el entretenimiento del fin de semana, las comidas en restaurantes y gastos de «extraescolares» (pilates, gimnasio, inglés…). Lo que se denominan gastos de entretenimiento o por diversión.
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