Jordi Évole volvió a sorprender a la audiencia con su invitada en Lo de Évole (La Sexta) del pasado domingo. Maruja Torres se sentó a hablar, largo y tendido, con el catalán y con él trató temas de lo más personales y, para algunos, delicados.
La periodista lanzó varias confesiones en el programa sobre periodismo, el acoso de un jefe y sus dos abortos voluntarios. «Cómo me gustaría que el programa de esta noche se pudiese guardar en la mesilla de noche como uno guarda un libro de cabecera. Me lo miraría una y mil veces», adelantaba Évole antes de la emisión.
Y no es para menos, ya que Torres no se guardó nada durante su entrevista. «He conseguido llegar a los 80 saltándome todas las reglas. Soy como soy porque he hecho lo contrario de todo«, afirmó la escritora y ganadora de los premios Planeta y Nadal.
Maruja Torres: «He abortado dos veces voluntariamente»
Entre los muchos temas que ambos periodistas tocaron durante su encuentro, Évole charló con la novelista sobre la maternidad y el periodismo, dos ámbitos bien distintos en los que Maruja Torres ya tomó su elección hace tiempo.
Como ella misma aseguraba en Los de Évole, si hubiera tenido marido o hijos, jamás podría haber tenido la carrera profesional de la que a día de hoy puede presumir.
En este sentido, la periodista lanzó una de sus muchas confesiones durante su encuentro con el catalán en Roma: «Yo he abortado dos veces voluntariamente». «Cada cual puede elegir su destino, yo no tengo instinto maternal», explicaba la barcelonesa.
Así, la escritora relató que, para ello, tuvo que pedir un préstamo, puesto que, en aquella época, el aborto solo lo podían costear «los ricos». Para poder pagarse una de estas intervenciones tuvo que pasarse un mes entero de agosto.
«No es el sexo, es la humillación y el poder»
Además de su carrera periodística y del paso del tiempo y la edad — que dejó titulares como «ser vieja no es un insulto, es un logro» —, Maruja Torres también habló de la vez en la que fue víctima del acoso de su propio jefe cuando ella tenía 21 años.
«Me había intentado besar y yo le arranqué un trozo de labio», relató Torres acerca de su experiencia. «Había un doble juego por parte de ese tipo: uno era si podía follárseme y el segundo era si podía desprestigiarme, porque yo trabajaba muy bien en ese periódico», reveló.
Con dolor y coraje, la periodista contó a Évole otro episodio de intimidación sexual durante unas fiestas con una amiga que no tuvo tan buen final. «Así nos apañábamos porque no había un #MeToo. Y en el fondo sientes la culpa de haberte ido a La Paloma […] No es el sexo, es la humillación y el poder», sentenció Torres.
