Manuel Carrasco

Manuel Carrasco desvela el ritual sagrado que cumple antes de cada concierto

"Soy dos personas en ese mismo día", confiesa el artista

Carmen Álvarez

Tras su reciente regreso del continente americano, Manuel Carrasco ha asistido como invitado a El Hormiguero. Una vez allí, el de Isla Cristina ha hablado sobre la extensa gira de conciertos que le esperan en los próximos meses por toda la geografía de nuestro país con ese Corazón y Flecha.

A lo largo de toda la entrevista, Carrasco ha respondido sobre diferentes cuestiones relacionadas con su profesión. Una de los más destacados es la revelación que ha soltado el compositor sobre los pasos que sigue antes de salir al escenario.

«Estamos hablando de la cantidad de sensaciones que tiene uno cuando sale al escenario, cuando se siente solo, acompañado, triste, feliz, todo ahí a la vez. ¿Tienes algún método antes de salir? El antes es jodido. Antes de salir es como que te vienen todos los miedos y me han dicho que tú te tomas un tequila«, eran las palabras que comenzaba diciendo el periodista a su invitado antes de conocer estas peculiaridades del intérprete de Fue.

Los pasos que sigue Manuel Carrasco antes de darlo todo sobre el escenario

«Sí, sí, sí. El fuego del tequila cambia un poquito. Yo soy durante todo el día como un monje, no hablo. Si me estás hablando y te estoy contestando, estoy en otro mundo. Soy dos personas en ese mismo día. Es decir, luego en el escenario cambia toda la película y ya está. Pero sí, hombre, hay que desengrasar un poquito, el toquecito, el brindis de antes de empezar viene bien», confesaba el invitado, que con esta visita recibió la Tarjeta Platino de El Hormiguero.

 

 

«Antes de salir al escenario, incluso cuando voy de viaje, estoy muerto de miedo siempre. Eso no cambia en toda mi carrera«, revelaba el artista.

Otro de los momentos más llamativos de la entrevista, fue cuando Manuel Carrasco contaba cómo se sentía al subirse al escenario: «No hay nada que se le parezca. La parte que sufro, que hay mucha, todo pasa a un segundo plano cuando te ves ahí, estás suelto, estás libre y sientes que has nacido para esto. Me siento un privilegiado por dedicar mi tiempo a algo que me gusta y en todo ese tiempo que yo dedico, no todo es de color de rosa, por supuesto, pero en esos momentos, cuando llega el concierto, cuando estoy disfrutando, cuando estoy a gusto, cuando estoy sudando y noto que hay complicidad, que en gran parte es la mayoría de las veces, ahí uno se quita todos los males y piensa ‘nacimos para esto«.