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Malú confiesa cuál ha sido su batalla más difícil: «La exigencia me estaba destrozando»

La artista revela que el perfeccionismo durante muchos años no la dejaba vivir

El cuidado con el que mantiene Malú su vida personal, tratando de alejarla del foco mediático y separándola de lo musical es innegable, aunque hay veces que lo primero afecta a lo segundo sin que nosotros queramos. La cantante no suele hablar sobre estos temas, ya que sabe que es algo que puede generar distintas opiniones y ella nunca ha sido de crear polémica. Pese a ello, en una entrevista reciente, ha querido explicar cómo se ha sentido estos últimos años, ahora que puede hablar desde otra perspectiva.

La artista echa un vistazo hacia detrás para ver el largo camino que ha recorrido hasta que ha podido expresar bien con palabras lo que han supuesto estos últimos pasos en la senda que ha ido trazando. Confiesa que mirar hacia delante le da más miedo. Pensar en el futuro, en lo que está por venir y en cómo encarar todo eso puede ser complicado, por lo que le gusta más revivir los recuerdos, lo que ha conseguido y hacer de ello un aprendizaje.

Con esto, Malú habla de cuál ha sido su gran batalla, haciendo una clara alusión al título de su último disco, Mil Batallas, que vio la luz el pasado 2021 y aún le lleva de gira por España. La lucha de la que habla la artista es la de estar en paz consigo misma: «Es la más dura de todas, la más difícil de librar y cuando llega el momento te das cuenta de que realmente esos eran todos los problemas que tenías. Eras tú, la exigencia tan asquerosa y el perfeccionismo tan terrible que no te dejaba ni disfrutar, ni vivir, ni respirar», dice la artista, mostrando con rabia por lo que ha pasado hasta darse cuenta de ello.

El parón que Malú necesitaba

Con esto, la madrileña explica el nivel de exigencia al que había llegado y el que no le estaba dejando disfrutar de lo que estaba viviendo, de su música, de sus fans y de la gente de su alrededor. Dice que la exigencia era autoimpuesta y que llegó a un punto en que la estaba destrozando.

Al mismo tiempo que le ocurría esto, el destino le hizo parar de sopetón. Lo que podría verse como algo malo, acabó convirtiéndose en algo bueno, en parte, pues la lesión de ligamentos por la que pasó le sirvió de ayuda para estar consigo misma y escucharse. Este parón, dice, que venía tras 20 años de carrera casi sin dejar de trabajar.

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A esto se refiere a las diferentes crisis en la industria musical, causadas por la revolución tecnológica del paso de los años y el surgimiento de nuevas formas de consumir música. Estas crisis en la industria se convirtieron también en crisis personales y como artista, pero que ahora, con mucho trabajo y visto desde otra perspectiva, sabe enfrentar de otra forma.