Roberto Leal, actual presentador de Pasapalabra, ha sido el segundo invitado de la segunda temporada de Joaquín, el novato. Después de recibir a Ana Obregón, el exfutbolista ha estado en la casa del periodista en Alcalá de Guadaíra y ahí, en el corazón de su hogar, ha podido conocer un poco más de su vida.
Joaquín Sánchez es dicharachero, campechano y, sobre todo, chistoso. Pero si le juntamos con este presentador sevillano, que es igual de ‘echao pa’ lante’, el resultado se convierte en un festival de risas que ha sido captado por las cámaras del programa de Antena 3.
Además de contar la curiosa historia de cómo Leal conoció a su mujer Sara Rubio —cruzaron sus miradas en el buffet del comedor de la cadena— o de desvelar su profesión frustrada —jugador del Sevilla—, el conductor de El Desafío también se abrió a hablar un poco de su padre, fallecido días antes de que él presentara las campanadas en 2019.
Pepe era un hombre «muy peculiar», como le definió su propio hijo ante Joaquín Sánchez, fue muy querido por toda su familia y «con un sentido del humor de estos que no lo ves venir». Sin embargo, su vida se fue apagando poco a poco después de sufrir su primer infarto y, aunque el periodista reconoce que aún le duele que no pudiera verle en Fin de Año, reconoce que su padre sí vivió «cosas bonitas».
«Mi madre me decía: ‘No veas cómo presume tu padre de que su hijo sale en la tele’«. Y yo sé que él estaba muy orgulloso», recordaba con añoranza Roberto Leal.
Pese a lo emotivo y doloroso de este recuerdo, el programa de Joaquín, el novato también estuvo plagado de risas, especialmente cuando el presentador invitó también a las otras dos mujeres más importantes de su vida: su hermana Merchi, y su madre, Mercedes.
La historia de cómo Roberto Leal salvó a su madre
En la mesa, entre comida y charlas, Mercedes y Joaquín Sánchez se retaron al difícil juego de ver quién hacía los mejores chistes y, por supuesto, hubo tiempo para contar anécdotas de Leal. La más destacada fue la que contó la propia madre, asegurando que sí, que puede que él incluso sea su «hijo favorito».
«Mi Rober siempre ha estado muy pendiente de nosotros, desde chico. Y en la playa él siempre se colocaba y nos miraba como si fuera el vigilante de la playa«, empezó a relatar Mercedes en el inicio de la que es la historia de cómo su hijo le salvó la vida.
«Estábamos en Nerja y ella [su hermana], montada en una de estas colchonetitas y yo agarrando para que no se cayera. Y llegó un momento en el que ella se tiró al agua«. Por aquel entonces, Merchi tan solo tenía 3 o 4 años, por lo que su madre tuvo que evitar que se la llevaran las olas y logró moverla a la orilla.
Ella, sin embargo, se quedó en el agua «chillando». «Él se dio cuenta y fue corriendo a por mí. Me puso de pie y…me llegaba el agua por las rodillas», contaba Mercedes un tanto avergonzada, desatando las risas de Joaquín. «Me estaba ahogando en la orilla», decía ella entre risas.
«Si no llega a ser por él, me ahogo. Y mi marido comiendo paella en el chiringuito», concluyó.
