Una cosa tenemos clara: el poder de una sonrisa es inmenso. Nos gusta hacer este gesto y que transmita alegría, poder y salud. Y esto es sinónimo de unos dientes bonitos, sin sarro, blancos y rectos. Esto último cuando no es así puede conllevar consecuencias y problemas para nuestras encías así como para nuestras dentadura.
La alineación de nuestros dientes es mucho más que una estética dental. Detrás de unos dientes apiñados se esconden problemas de salud que puede conllevar más de un riesgos en nuestra dentadura.
El riesgo real de tener los dientes mal alineados
Juan Carlos Pérez, presidente de la Sociedad Española de Ortodoncia y Ortopedia Dentofacial (SEDO), ha advertido de las consecuencias de tener una dentadura apiñada o mal alineada a Infosalus.
Según el experto, unos dientes mal alineados son una fuente bacteriana. Esto es debido a que al no encontrarse de manera correcta no se puede realizar correctamente una limpieza adecuada y, por tanto, se favorece a la acumulación de placa bacteriana.
Desde SEDO señalan los tratamientos de ortodoncia como la solución a este problema. Hoy en día, gracias a los conocidos ‘brackets’, se puede corregir esta mal alineación y ayudar a la higiene bucodental y así evitar el surgimiento de caries.
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Las consecuencias de tener caries
Las caries son una de las enfermedades que más afectan a casi toda la población hoy en día. Son infecciones bacterianas que, aunque a simple vista no puedan parecer muy invasivas, acaban afectando a todo nuestro esmalte. Esto es debido a que, se inician como una «desmineralización del esmalte dental», pero acaban afectando más profundamente a nuestros dientes y causan dolor, infecciones y la pérdida del diente, en casos extremos.
Desde la propia asociación, Juan Carlos Pérez hace hincapié en la importancia de prevenir estas y recalca algunos de los principales factores que dan pie a que nazcan estas bacterias:
Consumo excesivo de azúcares: Las bebidas y los alimentos que tienen muchos ácidos.
Mal higiene oral: Un mal cepillado o un mal cuidado dental.
Padecer periodontitis: Los pacientes con esta infección tienen más riesgos de tener caries.
Tener los dientes mal alineados.
Herencia genética: Son pocos los casos, pero en ocasiones la genética puede hacer más vulnerables a una persona a la hora de tener caries.
Un pH bucal bajo.
Algunos medicamentos: Sobre todo aquellos que tienen azúcares añadidos.
