Ante un problema, una solución. Por ejemplo, si tienes el cuero cabelludo graso, tendrás que usar un champú que retire el sebo del cabello y si tienes las puntas resecas o castigadas, a mejor opción será una mascarilla nutritiva. Por eso, ante las diferentes necesidades de nuestro cuerpo, hay que responder de la forma adecuada.
Si tu piel te pide hidratación, no puedes recurrir a ingredientes antisebáceos, mientras que si tienes el cutis graso, lo mejor es que te olvides de los aceites o los productos comedogénicos. Si no tienes ni idea de lo que estamos hablando y estás buscando un sérum que cuide de ti por las mañanas y las noches, ¡este tema te interesa!
Estos son los ingredientes activos que necesita tener un sérum según el tipo de dermis:
El sérum no es el sustituto de la crema hidrante, mucho menos en el caso de que tengas una piel seca. Teniendo eso claro, cabe destacar que lo que necesita un cutis con falta de hidratación es, precisamente, hidratarse. Para ello, la vitamina E es un buen aliado. No solo protege la dermis de los radicales libres, gracias a sus propiedades antioxidantes, sino que es uno de los ingredientes más humectantes, tal y como informan desde Nivea.
Lo que significa que facilita que la piel absorba mejor el agua y la retenga más tiempo en la piel. Su funciones antioxidantes también ayudan a que, pese a la sequedad, no se formen arrugas y se mantenga un rostro más joven.
Otros ingredientes útiles en estas habilidades son el colágeno y algunos extractos de algas marinas, así como los aceites esenciales. Eso sí, ¡cuidado con no abusar de ellos! Además del sérum, es fundamental que no abandones la crema hidratante.
Asimismo, la vitamina B5 contribuye a calmar y a reparar zonas que se encuentren afectadas por rojez, picazón o irritación de la dermis, síntomas bastante comunes en rostros secos y sensibles. Las ceramidas (lípidos que están en la piel de forma natural que unen las células) también ayudan a hidratar y tratar la piel reactiva e irritada.
Las pieles más grasas, aunque no siempre, tienden a ir acompañadas de imperfecciones, como puntos negros o cierto tipo de acné. Pero contra estas infecciones de la piel está el ácido salicílico, un aliado que limpia la piel en profundidad, ya que es un gran exfoliante que penetra en la dermis y regula el exceso de sebo.
A mayor concentración de este producto, más exfoliación, mientras que las más reducidas se usan en limpiadores o tónicos. Resulta muy útil para evitar o eliminar espinillas, melasma u otras manchas oscuras.
El ácido glicólico es otro de los activos que logran este efecto, además de aportar luminosidad al rostro y ser uno de los mejores exfoliantes. Eso sí, antes de usarlo hay que tener en cuenta la concentración y el pH. Desde Harper’s Bazaar advierten de que si es menos del 4%, hará una extracción suave, recomendable para pieles sensibles; mientras que si supera el 20% solo debería usarlo bajo recomendación médica ante casos de acné severo o psoriasis.
Si, además de un cutis graos, también tienes manchas (sobre todo las provocadas por el acné), la vitamina C será tu mejor compañero en esta batalla gracias a su poder despigmentante. Pero no solo eso. También puedes encontrar productos con niacinamida, una vitamina soluble en agua que penetra en la capa más superficial de nuestro cutis y combate el exceso de grasa, favorece la regeneración celular, combate las manchas más pigmentadas y mejora la textura de la piel.
Un cutis mixto no se libra de las imperfecciones ni la sequedad. Por eso, el sérum idóneo para las personas con estas características precisan de un poco de retinol, ácido hialurónico y niacinamida.
Además, los productos deberían tener una textura más ligera que densa y, por supuesto, sin aceite y no comedogénico. El ácido azelaico, con sus propiedades antibacterianas, despigmentantes y antiinflamatorias, ayuda no solo a tratar el acné sino también a cuidar de otros problemas como las marcas de los granos o la rosácea.
Si hay un ingrediente efectivo contra el paso del tiempo que se refleja a veces en el rostro, es es el ácido hialurónico; un humectante que permite mantener o retener la humedad y que está presente de forma natural en nuestras articulaciones, piel o cartílagos.
Es, además, un potente rellenador de arrugas y líneas de expresión que, a su vez, ayuda a restaurar la barrera de la piel y a rehidratarla. Otro de los ingredientes que propician la restauración del cutis son los extractos de probióticos.
Además, para las pieles maduras es ideal un componente con vitamina C, debido a su poder antioxidante o el colágeno, con su función tersora. El retinol también funciona en caso de querer combatir las manchas.
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