¿Sabías que con cada diente que pierdes aumenta el riesgo de infarto? Los dentistas aseguran que existe una relación causal entre las infecciones bucodentales y la salud de todo nuestro organismo. De hecho, una caries sin tratar puede desencadenar desde un accidente cerebrovascular hasta una neumonía, y también calvicie o alopecia.
Sabías que…
La boca es la puerta de entrada de microorganismos a nuestro organismo. Por eso cuidar nuestra salud bucal es imprescindible ya que está interconectada con el resto de nuestro cuerpo. Muchas enfermedades asociadas a la boca perjudican gravemente nuestra salud si no se tratan a tiempo.
Varios estudios, entre los que se encuentra uno de la Universidad de Granada, han demostrado la relación entre las infecciones bucodentales y la alopecia areata. Recordemos que este tipo de calvicie no solo afecta a hombres, sino también a mujeres.
Alrededor del 1,7 % de la población sufre alopecia areata, que se caracteriza por la aparición de calvas circulares y obedece a causas autoinmunes (es nuestro propio organismo el que provoca la pérdida capilar). Todavía se desconocen cuáles son sus desencadenantes, pero se barajan el estrés, la genética y, recientemente, las infecciones bucodentales.
Los problemas que pueden dar lugar a la pérdida del cabello son caries, llagas, herpes, así como lesiones en la lengua o las encías. Es importante tener en cuenta que estas infecciones no necesariamente provocan dolor, por lo que pueden resultar difíciles de descubrir.
Nuestro organismo, al detectar que existe una infección bucodental, trata de repelerlo incrementando su producción de glóbulos blancos y estos se desplazan por todo nuestro organismo a través de la sangre. Aunque su objetivo es combatir los gérmenes de la boca, cabe la posibilidad de que ataquen por error a los folículos pilosos. A consecuencia de ello se produciría el debilitamiento y caída del pelo.
La relación entre dientes y pelo es particularmente intensa, de modo que los trastornos capilares también pueden perjudicar la salud oral. Por ejemplo, si nuestro cabello presenta problemas con la queratina, nuestros dientes serán más propensos a sufrir infecciones.
Es evidente que, si la razón de la pérdida del cabello es una infección bucodental, de poco nos servirán los distintos productos y tratamientos contra la alopecia. En tales casos, la solución pasa por atacar la raíz del problema y no su consecuencia. Es decir, es al dentista (y no al dermatólogo) a quien le corresponde frenar la pérdida capilar.
Una vez que el especialista en salud bucodental haya eliminado la infección, la alopecia areata se detendrá. Afortunadamente, la pérdida del pelo es un daño reversible, por lo que los folículos pilosos destruidos volverán a regenerarse. Eso sí, el proceso es lento y puede llevar varios meses.
No obstante, hemos de tener en cuenta que si retrasamos mucho la visita al dentista y su tratamiento llega demasiado tarde, la pérdida capilar podría ser irreparable. En tales casos, ya no nos servirían ni siquiera los tratamientos dermatológicos (medicación oral, lociones, inyecciones, etc.).
Como ves, cuidar la higiene bucodental y visitar regularmente al dentista nos brinda una sólida protección tanto frente a la alopecia areata como frente a otros problemas de salud.
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