Todos tenemos hambre, necesitamos comer. Pero a veces lo hacemos más de la cuenta e inclinando la balanza de nuestro peso hacía unas cifras que no deberíamos tener. Podemos comer menos, e incluso a veces favorecerá nuestro estado de salud. Ahora bien, es mejor no hacerlo libremente, sino siempre consultar con un especialista en la materia.
Según la nutricionista Laura Isabel Arranz Iglesias en el portal Infosalud insiste en que es importante saber cuáles son los alimentos que nos aportan los nutrientes que necesitamos para así conocer sí lo que estamos comiendo es o no insuficiente.
Tal y como apunta Laura Isabel Arranz Iglesias, doctora en nutrición, dietista-nutricionista, y farmacéutica a Infosalus, para aprender a no comer tanto en nuestro día a día hay que seguir una rutina o patrón, es decir, un hábito. Por lo que no podremos añadirlo a nuestra dieta de la noche a la mañana.
Para hacer esta transición hacia una mejora en nuestra alimentación, hay 9 trucos que podemos seguir:
1. Beber un vaso de agua: cuando te asalte esa sensación de gula, la doctora recomienda un truco de lo más simple: beber agua antes. De esta forma, nuestro estómago se piensa ante de querer coger cualquier cosa de la nevera sin meditarlo.
2. Fruta o frutos secos entre horas: pese a la cantidad de calorías que aportan los frutos secos, lo cierto es que resultan ser de los tentempiés que más sacian. Si eres más de fruta, la experta recomienda el plátano y añade: «También es buena idea como tentempié si tenemos un trabajo o vida físicamente activa un pequeño bocadillo de pan integral y opciones saludables como el queso fresco, el salmón ahumado, el jamón ibérico, la tortilla, o el atún al natural».
3. Ajustar las raciones: se trata de tomar conciencia de nuestro nivel de hambre y, partiendo de ahí, calibrar la cantidad de comida que te pones en el plato. Además, es aconsejable que, en mitad de la comida, meditar cuándo nos hemos saciado. En este sentido, Iglesias hace un apunte relevante, que el cuerpo siempre va a pedir lo más calórico.
4. Tres comidas principales al día: es el número clave que tiene que haber en nuestro día. Deben ser comidas que nos llenen lo suficiente como para no querer picar entre horas.
5. Alimentos variados: no vale solo con no picar, comer tres veces al día o ponerse poca cantidad, sino que también es importante seguir una dieta equilibrada que nutra y nos evitará las ganas de comer.
6. Desayuno rico y variado: no vale con solo con comer una fruta y el café o el té. Para que el desayuno sea rico y saludable es necesario que haya frutos secos y fruta, además de cereales o pan integral.
7. Evitar alimentos azucarados: aunque resulte obvio es necesario evitar en la medida de lo posible consumir un bollo o un dulce, ya que contiene altas cantidades de azúcar, además de que no te llenará mucho porque al poco tiempo volverás a tener hambre.
8. Alimentos ricos en proteínas: además de los frutos secos puedes comer otro tipo de alimentos ricos en proteínas que te ayuden a saciar tu estómago pero a la vez te permitan llevar una dieta saludable.
9. No abusar de los aditivos ni de los saborizantes: muchas de las salsas que añadimos a los platos sirven para aderezarlos de sabor, pero si abusamos de ellos puede llevarnos a tener más hambre.
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