Y es que la ley del hielo, que así se llama esta práctica, es una forma de abuso psicológico camuflado que, como cualquiera de ellas puede tener consecuencias psicológicas e incluso físicas explican. Desmotivando, desgastando e incluso frustrando a la persona sobre la que recae que incluso puede llegar a tener síntomas físicos.
Algunas de las razones más comunes para usarla son, «evitar conflictos, la creencia de que se es superior o pretender culpar a otra persona de los problemas personales», explican. Desde albiachpsicologos.es añaden alguna razón más, como querer ‘castigar’ a la otra persona, zanjar la discusión de manera tajante, llamar la atención o manipular, entre otras.
Las personas que la aplican suelen tener una personalidad fría y manipuladora. Además pueden tener rasgos como conductas tiránicas, intolerancia a la réplica y tendencia a manipular y al abuso de poder.
Entre las consecuencias que puede tener en el otro aplicar la ley del hielo están un intenso malestar emocional, el debilitamiento de la autoestima y la sensación de que la vida ha perdido el significado, además de sentir culpa, miedo e ira, «Esto se debe a que, en cierta forma, el ignorar a alguien implica apuntar o acusar a alguien de forma implícita«, explican desde Awen Psicologia.
Y recomiendan si alguien te la aplica, además de pedir una oportunidad para hablar, intentar empatizar con él o ella para saber qué le pasa, mitigar al máximo la ira, cuidarse a si mismo realizando actividades placenteras y no mostrar reacciones negativas, «No es recomendable demostrar los efectos del ser ignorado, sino que debe parecer que no existen efectos, pese a que sí puedan existir», explican.
A su vez, desde Albiach Psicólogos recomiendan, pedir ayuda psicológica que nos permita manejar mejor las discusiones y tener herramientas de comunicación asertiva para afrontar los conflictos.
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