Hay varias razones para lavar la ropa nueva, especialmente la ropa interior, las camisetas, pantalones y la ropa infantil. Uno de los motivos por los que hacerlo, es algunas prendas llevan tintes que pueden ser dañinos para la piel e incluso hay prendas que se fabrican con colorantes no muy recomendables, como los azoicos.
A esto hay que añadir que hasta llegar a nuestras manos las prendas pasan por un montón de manos y personas que se las prueban antes que nosotros por lo que en sus fibras puede haber bacterias, polvo, etc…
Aunque la doctora Elia Roó Rodríguez, jefa de Dermatología Estética del Hospital Sur (Madrid) y directora de la Clínica Dermatológica Roó desde 2001, en declaraciones a la Revista El Mueble explica que «es recomendable por una cuestión de higiene, pero si las prendas han pasado los controles de calidad y tu piel es normal, no debería haber problema. Y el riesgo de contagio de una enfermedad de la piel es poco probable« .
Aunque incide en que en el caso de la ropa de bebé y de las personas con piel sensible e irritaciones, si es importante tener especial cuidado y lavarla antes de estrenarla. Los bebés son especialmente sensibles a los productos químicos y por eso es imprescindible lavarla antes de la primera puesta para evitar que sufran reacciones cutáneas. Debemos utilizar, eso sí, un detergente sin perfume ni colorantes.
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