Los últimos días del mundo del deporte han estado capitalizados por Cristiano Ronaldo, flamante nuevo fichaje del euipo Al Nassr. Un movimiento que, evidentemente, hace que Georgina Rodríguez y su familia se trasladen a dicho país.
El astro portugués podrá desempeñar su trabajo con total normalidad, practicando el deporte por el que le pagarán 200 millones de euros al año.
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Sin embargo, la famosa influencer no tendrá la misma suerte. Y es que en Arabia Saudí existen numerosas restricciones para ella y el resto de mujeres que condicionarán su trabajo en particular y su día a día en general.
Arabia Saudí es un país musulmán y Georgina deberá adaptarse a las normas que allí se imponen a las mujeres. Eso sí, no es obligatorio para ella llevar puesto en público la abaya, la túnica talar de color oscuro.
No obstante, sí hay prendas que debe evitar. Tal y como recoge el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, conviene «que vista con modestia y decoro».
De esta forma, no podrá utilizar numerosas prendas a las que tiene acostumbrados a sus más de 44 millones de seguidores en su cuenta de Instagram.
En cuanto a las imágenes, aspecto que le afecta directamente, se dice lo siguiente: «Las autoridades saudíes también son muy sensibles ante fotografías que puedan dar una mala imagen del país, lo que puede ser ampliamente interpretado (pueden incluirse dentro de esta categoría fotografías de mezquitas, áreas desfavorecidas o de la población local). No deben realizarse fotografías de personas sin consentimiento previo, y en ningún caso deben tomarse fotografías de mujeres».
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