Es importante recordar que la lenteja cocida en bote o cualquier otra legumbre es un recurso muy práctico para nuestro día, dado que siempre vamos con prisa y apenas tenemos tiempo para cocinar pausadamente. A nivel nutricional no existen grandes diferencias entre una opción y otra, ya que suelen llevar los mismos ingredientes: agua, sal y algún que otro conservante.
Durante el proceso de remojo y cocción de las lentejas crudas para ablandarlas es cierto que se pierden algunos micronutrientes, pero no tienen tal cantidad de sodio como sí poseen las lentejas de bote para su conservación.
¿Sabías que…
Cien gramos de lentejas nos aportan:
Proteínas: 23,8 gramos
Grasas: 1,8 gramos de grasas
Hidratos de carbono: 54 gramos
Fibra alimentaria: 11,7 gramos
Una sola ración (80 g en crudo) cubre un alto porcentaje de las necesidades diarias de los minerales más importantes, como hierro, potasio, calcio, magnesio, fósforo, cinc y selenio.
Por lo que esta sería la diferencia principal entre las legumbres crudas y de bote. Esto no quiere decir que una opción sea más saludable que la otra porque el sodio es eliminado cuando lavas las lentejas de bote con agua.
Así que, la respuesta a la pregunta tiene que ver más con una decisión personal. Sí, escoger una opción u otra dependerá de los gustos y la disponibilidad que una persona tenga.
Si dispones de poco tiempo y siempre te pasas con el punto de cocción, las legumbres en bote son la mejor opción para tus problemas, mientras que si prefieres tú controlar el punto y tienes tiempo (y además, ganas), las lentejas granel son tu nueva apuesta.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), los beneficios de consumir legumbres son muchos y de lo más variados. Constituyen una rica fuente de proteínas que aportan una gran cantidad de hidratos de carbono y micronutrientes a nuestro organismo. Además, su bajo contenido graso evita tener problemas cardiovasculares manteniendo a raya tu colesterol y tu presión arterial.
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