En lugar de aferrarnos a las cosas, el budismo propone que debemos cultivar la capacidad de dejar ir y aceptar los cambios inevitables de la vida. Al hacerlo, podemos encontrar una mayor libertad y felicidad, y reducir nuestro sufrimiento.
Es importante recordar que esta es una filosofía y una práctica cultural específica, y que hay muchas otras perspectivas sobre el sufrimiento y la felicidad. Cada persona debe encontrar su propia forma de entender y manejar estos temas.