Precisamente por eso es tan necesario cuidarnos cuando vamos a la playa o a la montaña y hacerlo también incluso aunque estemos bajo un cielo nublado, ahí los rayos también te llegan y puedes quemarte. Aunque la piel enrojecida por el Sol no es lo único malo que puede pasar.
Para evitar daños en la piel es imprescindible protegerla y aplicar el protector solar correctamente, pero no es todo. Cada año la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) lanza un ránking con las mejores cremas para ayudar a los consumidores a saber lo que compran en los supermercados.
Basándose en el precio, eficacia e ingredientes y otras cualidades, destacan algunos productos que consideran como los mejores cumpliendo su función: proteger la piel de las agresiones solares. Pero también advierten de algunos componentes sospechosos que podemos encontrar también en el mercado.
Se trata del octocrylene, calificado como un «disruptor endocrino» — sustancia o mezcla de sustancias que altera las funciones del sistema endocrino e induce efectos adversos en el organismo—, un filtro químico que se usa en cremas solares y cosméticos, ya que absorbe la radiación UVB que es la causante del bronceado, pero también la que propicia las quemaduras y el cáncer de piel, como informan desde L’Oréal.
Además, se trata de un ingrediente cuestionado por su impacto medioambiental, especialmente en los corales. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) aún no ha confirmado oficialmente que sea un disruptor endocrino. Pese a ello, el Comité Científico de Seguridad de los Consumidores de la Comisión Europea (SCCS) ha restringido su uso a concentraciones inferiores al 10%.
Asimismo, la OCU halló evidencias de que el homosalate también es sospechoso de tener esta funcionalidad, llegando incluso a afectar al sistema hormonal. «el SCCS indica que las concentraciones actuales no son seguras, prohibiendo su uso a partir de 2025 salvo en cosmética facial sin propelente y en una concentración máxima del 7,34%», señalan.