El déficit de esta puede traer consigo un gran impacto negativo en el estado de ánimo y en otro tipo de funciones cerebrales. Debido a factores biológicos y cambios hormonales, la demanda de esta vitamina puede aumentar considerablemente en distintas etapas de la vida de las mujeres.
Una de estas es el embarazo. Durante esta fase, la necesidad de la B12 se hace más que evidente, ya que se tienen que cubrir las necesidades del desarrollo del feto. Por otra parte, las que adoptan dietas vegetarianas o veganas corren el riesgo de que los niveles de B12 disminuyan notablemente, ya que esta vitamina se encuentra en alimentos de origen animal.
Haciendo hincapié en el grupo de mayores de 50 años, cabe mencionar que la capacidad del organismo para absorber y aprovechar los nutrientes se hace cada vez menor, por lo que mantener los niveles adecuados es más difícil.
Algunos de los beneficios más destacados acerca de la vitamina B12 se basan en necesidades de la propia rutina. La asimilación de esta se vuelve crucial en primer lugar porque es la encargada de darte energía y vitalidad, haciendo que el cansancio sea menor.
La salud cardiovascular se ve muy influenciada por ella y por el ácido fólico, encargados de mantener niveles saludables de homocisteína. Además, también es esencial para mantener las vainas de mielina, que son las responsables de proteger las fibras nerviosas y por ende el sistema nervioso y la salud mental en términos generales.
Como hemos dicho, también adquiere un papel fundamental durante el embarazo, pero también durante el ciclo menstrual, puesto que ayuda a la formación de glóbulos rojos. Siguiendo en esta línea, también sirve de apoyo contra la anemia, que causa fatiga y debilidad.
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