Los hijos poco a poco comienzan a hacerse mayores y las necesidades empiezan a cambiar. Es posible que te hayas planteado dejar a los niños solos en casa y sin supervisión de ningún adulto en más de una ocasión, sin embargo, a veces nadie conoce los límites legales sobre este asunto.
Bien es cierto que la conciliación familiar es un gran reto en el que todavía queda mucho camino por recorrer y que no facilita que los tutores pasen poco tiempo con sus pequeños, la idea de que los hijos puedan quedarse en casa unas horas supone un alivio, pero realmente también puede llevarte a una situación comprometida.
La normativa española no contempla un límite de edad a través del cual los hijos puedan quedarse solos en casa. Pero el propio Código Civil sí contiene un artículo, concretamente el 172, que recoge que la “entidad púbica a la que, en el respectivo territorio, esté encomendada la protección de los menores constate que un menor se encuentra en situación de desamparo, tiene por ministerio de la ley la tutela del mismo y deberá adoptar las medidas de protección necesarias para su guarda, poniéndolo en conocimiento del Ministerio Fiscal”.
Asimismo, este artículo aclara que la situación de desamparo se produce a causa del “incumplimiento o del imposible o inadecuado ejercicio de los deberes de protección establecidos por las leyes para la guarda de los menores, cuando éstos queden privados de la necesaria asistencia moral o material”. Unas palabras que definen que una situación de desamparo se da cuando un menor que no es lo suficientemente responsable no está bajo la supervisión de un adulto. Esto podría llevar a iniciar un proceso de legal que derive en la pérdida de potestad del menor o la modificación de la misma».
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El problema se origina cuando esta situación de desamparo no se corresponde con un momento puntual, si no que se mantiene de forma prolongada, entonces este hecho lleva a que sea investigado y a la correspondiente denuncia por supuesto abandono de hogar.
El artículo 229 del Código Penal recoge que el “abandono de un menor de edad por parte de la persona encargada de su guarda será castigado con pena de prisión de uno a dos años”. Y esta cifra cambia cuando el abandono se produce por parte de los padres o tutores legales, ya que varía de dieciocho meses a tres años de presión.
Los expertos recomiendan que los niños se queden solos en casa entre los 9 y los 12 años. Edades que suelen coincidir con otras primeras veces, como la de irse solos al colegio, tener el primer móvil, las primeras quedadas con amigos… Aunque, realmente son los padres los que acaban tomando la decisión.
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Según explica la Academia Americana de Pediatras el momento adecuado variará en función de cada familia, pero recomienda tener en cuenta factores tan determinantes como la responsabilidad y autonomía de los hijos.
