El enorme impacto que causó la publicación del libro del príncipe Harry había visto rabajada su intensidad… hasta ahora. Y es que una confesión que hace en el mismo podría hacer peligrar su actual estancia en Estados Unidos.
El esposo de Meghan Markle confiesa en su autobiografía, ‘En la sombra’, que consumió drogas cuando tenía 17 años: una «juventud salvaje» en la que probó la cocaína, marihuana y unas «setas mágicas», entre otras sustancias alucinógenas.
La conocida fundación conservadora Heritage Foundation solicita que salga a la luz la solicitud del visado. Y es que hay un apartado relacionado con las Drogas y Narcóticos en el cuestionario por el que hay que pasar para obtener el visado.
«Si el príncipe Harry ha disfrutado de un trato preferente, eso podría minar la confianza de la gente sobre la Justicia en cuanto a la igualdad de todos ante la Ley», reclaman desde la citada fundación sobre el marido de Meghan Markle.
Hasta ahora, Harry y Meghan tienen como residencia una mansión de Montecito (California), previo paso por Canadá. Por supuesto, los duques de Sussex viven con sus dos hijos, Archie Harrison (3 años) y Lili Diana (1).
Por otro lado, si Harry no quiere la ciudadanía del país americano (lo cual supondría perder sus títulos reales), podría optar a una visa de tipo O-1.
Esta está destinada a personas «con una extraordinaria habilidad para las ciencias, artes, educación, negocios o deportes, o aquellos que han demostrado un extraordinario reconocimiento en el mundo del cine y la televisión o ha sido distinguido nacional o internacionalmente por estos logros».
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