A pesar de su situación, Daniel Sancho es uno de los presos más afortunados de la prisión de Koh Samui.
De todos es sabido la dureza de las condiciones en las cárceles tailandesas, nada que ver con las occidentales. Y, una vez más, el dinero hace que todo sea más fácil.
El director de la cárcel desveló hace algunos días cómo era la vida de un recluso en el presidio y la cantidad que los presos podían gastar al día para mejorar sus condiciones: un máximo de 13 euros.
Cada día, Silvia Bronchalo acude a la cárcel de Koh Samui para pasar unos minutos con su hijo, a través de un cristal.
Y en su visita hace entrega de una cantidad de dinero para que el joven pueda lograr mejores alimentos y cubrir las necesidades que un preso ordinario no puede obtener.
Ahora ha trascendido la cantidad exacta que su madre le entrega. Ha sido en el programa de ‘Así es la vida’ cuando Andrea Suñe, desvelaba que tras acceder al registro de los ingresos que Silvia le hace en prisión ha podido comprobar que ronda los 4.000 bats, aproximadamente unos 104 euros al cambio. Además, en cada visita permiten a los familiares dejar comida extra y bebidas.
Con este dinero, además de comida, Daniel puede acceder a ‘otros lujos’ como, por ejemplo, alquilar un colchón para dormir -solo hay 1 colchón por cada tres presos-. Sancho comparte espacio con otros 400 hombres. «Todos vestidos con camisetas de color azul cielo y un pantalón corto más oscuro. Las presas también utilizan ese atuendo», explicaba Suñe.
Desde el ingreso en la penitenciaría del joven, la portavoz de la familia, Carmen Balfagón, explicó por qué era favorable para el reo ocupar titulares en la prensa nacional e internacional: cuanto más se hable mejor. Quizá por eso su madre, que al principio rehusó pararse ante los medios, ahora haya decidido hablar con los reporteros congregados cada día a las puertas de Koh Samui.
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