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Sale a la luz el sueldo de Kiko Matamoros: «Puedo ganar lo que un ministro»

Lo contaba él mismo junto a otros detalles ayer mismo en Sálvame

Ana Más

Ayer mismo el programa Sálvame emitía un fragmento de Amar para vivir, el video podcast que protagonizan en Mtmad, Kiko Matamoros y Marta López Álamo a los que veíamos hablando sobre su economía familiar. En ese momento Adela González hacía una pregunta que reconocía que le habían trasladado el grupo de madres del colegio de sus hijos,  «Si Kiko Matamoros lo tiene todo embargado, como dice, ¿cómo se puede pegar la vida que nos enseña?».

Algo que el colaborador contestaba inmediatamente especificando incluso el sueldo mensual que gana, «Yo tengo cuatro nóminas. Hacienda me retiene más o menos, dependiendo de las cantidades que gane, lo que facture o los honorarios con cada empresa para la que trabajo».

«Puedo ganar lo que un ministro», aseguraba y además hablaba de cifras concretas, «Si a mí me queda una media de 2.500 euros por nómina, por ejemplo, me juntaría con 10.000 euros al mes. Más otros 10.000 que puede aportar mi pareja, pues ya son 20.000 para dos. ¿Tú crees que no nos podemos pegar la vida que nos pegamos?».

Así es la economía de pareja de Kiko Matamoros


Uno de los colaboradores del programa, Miguel Frigenti, le criticaba  por las declaraciones que habían hecho diciendo que tienen el sueldo de un español medio, «Creo que queda un poco feo, y te lo digo con cariño, decir que estáis tres o cuatro días a la semana comiendo en restaurantes con estrellas Michelin cuando luego tienes la deuda que tienes».

El colaborador matizó las palabras de su pareja diciendo que lo que había querido decir era que viven por encima de la media y aclaró que aunque comen fuera a menudo no van siempre a establecimientos caros. Además dejó claro que comparten gastos ya que ambos ganan más o menos lo mismo, unos diez mil euros al mes, aunque si no tuviera retenciones y embargos él ganaría más.

Reconoció también que no tiene colchón económico porque se lo han quitado, ya que ha trabajado «como una mula» veinte años para tener un patrimonio del que se ha quedado sin nada y que espera recuperar a espera de la resolución de una sentencia judicial.

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