Algo sobre lo que él mismo se ha pronunciado con un comunicado en redes en el que se lamentaba de la cancelación del programa y felicitaba a sus compañeros de otras cadenas, «Llegué al vecindario dispuesto a quedarme por mucho tiempo, pero ¡los alquileres están por las nubes! No ha podido ser. Desde aquí mis más sinceras felicitaciones a Pablo Motos, Carlos Sobera y Wyoming. Estrellas porque permanecen en la franja gracias a lo que todos buscamos al empezar un programa: el éxito».
Y proseguía explicando cómo le había afectado, «Toca hacer las maletas y, como nos dijo ayer Manuela Carmena: Seguir confiando en la vida. Siempre. Gracias y perdón por no haber sabido encontrar la llave de vuestra complicidad. Esa es la pena que me queda».
Un nuevo ‘mazazo’ profesional que ha preocupado a todo el entorno del catalán, según explican desde la revista Semana tras hablar con algunas personas allegadas a él. Sobre todo teniendo en cuenta, tal y como explican desde La Vanguardia, que «el final de Sálvame hizo que el presentador se ausentase de la televisión de manera temporal para centrarse en su salud mental, y ahora debe enfrentarse de nuevo a la cancelación de su nuevo formato».
Y es que según explican desde Semana, existe la posibilidad de que el catalán evite exponerse para recuperarse de este varapalo profesional, algo que suele hacer cuando no se encuentra bien, como es normal, «Es un comportamiento bastante habitual en él… A veces tiende al ostracismo», recoge Semana sobre las declaraciones de estas personas allegadas a él con las que han hablado.
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