Ion Aramendi y los Mozos de Aurosa protagonizan un momento de ‘tensión’: «Eso lo serás tú, majo»

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Estamos acostumbrados a ver química entre los enamorados, los actores, varios amigos o incluso entre familiares. Ahora bien, no resulta tan común encontrar esa química entre un presentador de televisión y varios participantes de un concurso. Esto es lo que ocurre con Ion Aramendi y los Mozos de Arousa, concursantes de Reacción en cadena, el espacio que presenta el vasco.

No es tan extraño que se haya desarrollado esta bonita relación entre presentador y participantes, puesto que los Mozos de Arousa llevan numerosos programas defendiendo su permanencia en el concurso, lo que les ha permitido conocerse mejor y crear un clima de confianza en el que hay cabida para la emoción, ¡pero también para las bromas!

Tanto es así que días atrás Aramendi sorprendió a uno de los gallegos con la llamada de su novia, hecho que emocionó al concursante. Ahora no ha sido un momento emotivo el que ha demostrado el feeling que tiene con ellos el presentador, sino una broma derivada del propio juego.

Ion Aramendi y su química con los Mozos de Arousa en Reacción en cadena

«Payaso«, decía uno de los jóvenes, Borjamina, como respuesta a una de las cadenas que tienen que ir completando en Una lleva a la otra. «Eso lo serás tú, majo. A mí no me llamas eso en plató, que es mi casa. Es la última vez«, expresaba con el rostro serio Ion Aramendi.

Como era de esperar, este estaba de broma, y los concursantes le siguieron el rollo. «Vale, perdón«, respondía Borjamina. «¿Qué has dicho?«, volvía a preguntar el presentador, momento en el que este repetía el término «payaso«. «¿Cómo?«, reaccionaba nuevamente sorprendido Aramendi. «Nuestra respuesta, mi respuesta. Vamos a decir ‘Payaso'», puntualizaba el concursante.

Permaneciendo serio el presentador respondió: «Es correcta«. Demostrando con ello que, por supuesto, ese momento de ‘tensión’ no era más que una broma entre ellos. Aunque los espectadores no tardaron en darse cuenta, pues las risas dejaron entrever que no era más que una jugarreta sin mala intención de Ion Aramendi.