Los expertos insisten en la importancia de cuidarnos la boca desde niños y para eso una buena higiene dental es esencial. La recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es cepillarse los dientes al menos dos veces al día, al menos dos minutos cada vez y hacerlo con una pasta fluorada para prevenir la caries, además de cambiar los cepillos cada dos o tres meses. Cerebro
Esto lo tenemos claro, pero seguramente no sepas que una buena higiene bucal también beneficia a nuestro cerebro. Esto es al menos lo que dicen algunas investigaciones médicas de los últimos años. Es más, desde larazon.es explican que «cada vez son más las evidencias que refuerzan la relación directa entre problemas de encías como la gingivitis y el desarrollo de enfermedades como el Alzhéimer».
En concreto aluden a una investigación publicada en la revista Neurology, que habla sobre cómo cuidar bien de los dientes puede estar relacionado con una mejor salud cerebral y, no solo eso, sino también con el tamaño de nuestro cerebro, explican.
La han realizado un grupo de científicos japoneses apoyados por el Ministerio de Ciencia de su país que descubrieron que «la enfermedad de las encías y la pérdida de dientes estaban relacionadas con el encogimiento cerebral en el hipocampo, que desempeña un papel en la memoria y la enfermedad de Alzheimer.» Aunque hablan de una asociación significativa no de que el estudio pruebe que la enfermedad de las encías o la pérdida de dientes provoquen Alzheimer.
Su principal autor, Satoshi Yamaguchi, catedrático de Odontología Geriátrica de la Universidad de Tohoku, en Sendai, Japón explica que «la pérdida de dientes y la enfermedad de las encías, que es una inflamación del tejido que rodea los dientes que puede causar la contracción de las encías y el aflojamiento de los dientes, son muy comunes, por lo que la evaluación de un posible vínculo con la demencia es increíblemente importante».
En el estudio participaron 172 personas con una edad media de 67 años que no tenían problemas de memoria al inicio del estudio y que se sometieron a exámenes dentales y a pruebas de memoria al comenzar, además de a escáneres cerebrales para medir el volumen del hipocampo al comienzo de la investigación y cuatro años después.
Los autores vieron que «el número de dientes y la cantidad de enfermedad de las encías estaban relacionados con cambios en el hipocampo izquierdo del cerebro. En las personas con enfermedad periodontal leve, tener menos dientes se asociaba a un ritmo más rápido de encogimiento cerebral en el hipocampo izquierdo«, explican desde el mismo medio. Y añaden que «en el caso de las personas con enfermedad periodontal grave, tener más dientes se asociaba a un ritmo más rápido de encogimiento cerebral en la misma zona del cerebro».
A su vez en las personas con enfermedad periodontal leve, «el aumento de la tasa de encogimiento cerebral debido a un diente menos equivalía a casi un año de envejecimiento cerebral» y en aquellas con enfermedad periodontal grave, «el aumento del encogimiento cerebral debido a un diente más equivalía a 1,3 años de envejecimiento cerebral».
Yamaguchi explica que estos hallazgos sugieren que «conservar los dientes con enfermedad grave de las encías está asociado con la atrofia cerebral», habla además de la importancia de preservar la salud de los dientes y no solo de conservarlos pero matiza que hacen falta más estudios con grupos más grandes y en otras zonas diferentes a Japón.
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