El intento fallido de Gloria Camila de hablar con su hermana Rocío Carrasco

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Ese jueves Lazos de sangre rendía un homenaje a ‘la más grande’, Rocío Jurado. El programa hacía un repaso por la vida de la artista, desde sus canciones, su vida familiar y su visión feminista hasta el cáncer que se la llevó en el año 2006. En el debate, moderado por Jordi González, participaron personalidades relacionadas con la cantante, como es su hija Rocío Carrasco o amigas como Mariló Montero y Mercedes Milá.

Sonada fue la ausencia de Gloria Camila, también hija de la artista y con la que bien es sabido que Rocío Carrasco no tiene relación. Desde la muerte de Rocío Jurado se abrió una brecha en la familia Mohedano que se agravó hace unos años con el estreno de ‘Rocío, contar la verdad para seguir viva‘ y ‘En el nombre de Rocío‘, las series documentales en las que Carrasco habló largo y tendido sobre los problemas que vivió con su exmarido, Antonio David Flores, como la separación de su familia.

Gloria Camila confiesa haber tratado de acercar posturas con Rocío Carrasco

Recientemente Gloria Camila aseguraba en Espejo Público, programa en el que colabora, haber tratado de enterrar el hacha de guerra con su hermana y aclarar la situación. No obstante, en sus intentos de iniciar un camino al entendimiento asegura no haber recibido respuesta por parte de su hermana mayor.

«Lo he intentado mucho tiempo, hasta hace poco… No ´se por qué no me coge el teléfono«, confesaba esta, que aseguraba que, por su parte, «siempre ha habido interés, intento no aferrarme al pasado o a los errores que se hayan cometido«.

Gloria Camila señalaba que su intención era hablar con ella por la vía rápida y evitar así la vía de lo legal. «Hice una llamada cuando salió el tema de las cajas con las cosas de mi madre, pero no hubo respuesta. Quería hablar con ella antes de hacerlo legalmente. Hice llamadas para hablarlo por las buenas, de tú a tú, sin necesidad de llegar a abogados o a un juicio«, contaba la también hija de José Ortega Cano.

Esta tiene claro que hay muchas cosas que tienen que hablar, «y no serían por teléfono«. No obstante, por los motivos que sea, parece que la otra parte no está interesada en llevar a cabo estas conversaciones.