La predicción algo macabra en la que la inteligencia artificial ha acertado en un 78% de los casos

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Volvemos a hablar de nuevo de Inteligencia Artificial, en este caso por una predicción algo macabra en la que en esta ocasión ha acertado en un 78 por ciento: acierta si vas a morir en los próximos cuatro años.

Según explican desde la revista Nature Computational Science, ha sido un equipo de investigadores de la Universidad Técnica de Dinamarca (DTU) dirigido por Sune Lehmann el que ha desarrollado un modelo de Inteligencia Artificial al que han llamado ‘life2vec’.

Y lo han hecho «a partir de una base de datos ( proporcionada por el gobierno de Dinamarca a través de la empresa Statistic Denmark), de más de 6 millones de personas, en donde se analiza todo lo relacionado con educación, salud, ingresos, ocupación», explican desde cadenaser.com.

El estudio tiene como novedad que en lugar de datos en términos numéricos utiliza ‘deep learning’, un sistema de aprendizaje profundo que es capaz de filtrar esos datos adaptando cada circunstancia vital de los ciudadanos que analiza.

Un desafío para la Inteligencia Artificial

Los datos que aportaron al sistema se centraron en la población entre 35 y 65 años, la que estadísticamente es más difícil predecir cuando fallecerán y se aportaron en parejas. Además se retó a la IA «a predecir diferentes situaciones de cara a los próximos cuatro años, entre ellas si iban a morir, para después comprobarlo», explican desde cadenaser.com,

Y es que se le aportaron datos desde 2008 hasta 2016, aunque tenían hasta 2020, «Este intervalo fue escogido de forma intencionada, para incluso «desafiar» al modelo de IA y que tuviera que predecir las circunstancias futuras del sujeto en un lapso de cuatro años, incluyendo la probabilidad de fallecimiento de las personas», explican desde La Razón.

La tasa de acierto fue del 78%, un 11% mejor que los mejores modelos que se utilizan en la actualidad, basados también en redes neuronales, explican desde el mismo medio. Un avance que ofrece potenciales aplicaciones en campos como «la salud pública, la planificación social y la comprensión de patrones sociodemográficos».