Estos días la manchega ha querido estar presente en el homenaje que cada año cientos de personas hacen a La Desbandá, como se conoce a la masacre acontecida en la carretera de Málaga a Almería en febrero de 1937, en plena Guerra Civil.
«Se estima que los bombardeos por mar y aire sobre la columna de refugiados provocaron unos 5.000 muertos, la mayoría civiles«, recuerda tristemente Rozalén en una reciente publicación de Instagram.
La artista no solo estuvo ahí acompañando a muchos familiares de las víctimas, sino también conociendo sus historias, pues es consciente de que «una comprende mejor la Historia cuando te la narran quienes la vivieron«. De hecho, una de las personas con las que habló tenía tan solo unos meses de vida cuando tuvo lugar esta masacre.
«La crueldad humana puede no tener límites…«, señala Rozalén sobre las tristes historias que acompañan a este hecho. No obstante, en toda historia de terror siempre hay héroes que nos hacen confiar en la bondad humana. «También me llevé historias que brillan entre la barbarie, como la del hombre que decidió no encender la luz del Faro de Torre del Mar, salvando así la vida de tantas personas y al que al día siguiente fusilaron«, comparte la artista.
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