El teléfono móvil forma parte de nuestro día a día y cada vez más. Lo utilizamos para todo, hablar, mandar mensajes, buscar información, llegar a un lugar determinado en coche o transporte público, mandar un email o reservar en un restaurante. Todo pasa por nuestro teléfono móvil.
Sin embargo, entre todas estas cosas, una dispara el riesgo de sufrir presión arterial alta: hablar por nuestro dispositivo. Es lo que se deduce de una investigación publicada por la Sociedad Europea de Cardiología, realizada en Reino Unido durante doce años con más de 200.000 voluntarios entre 37 y 73 años.
Tal y como explican desde la web de la Cadena Ser, «hablar por un teléfono móvil durante 30 minutos o más a la semana provoca un aumento del 12 % en el riesgo de sufrir presión arterial alta en comparación con menos de 30 minutos».
Así como factores como los años de uso del móvil o la utilización del manos libres no influyeron en la probabilidad de desarrollar una presión arterial alta, lo que sí parece claro es que «más minutos significan un mayor riesgo», tal y como explica el profesor Xianhui Qin, autor principal de la investigación, cuyo trabajo desarrolla en la Universidad Médica del Sur de Guangzhou, en China.
Desde el mismo medio apuntan que «los teléfonos móviles emiten bajos niveles de energía de radiofrecuencia y esto otros estudios anteriores ya lo habían relacionado con aumentos de la presión arterial, incluso, tras una exposición breve.»
Para esta investigación en concreto se recopiló en los voluntarios al inicio del estudio, a través de un cuestionario autoinformado, datos sobre el uso que hacían del móvil para hacer y recibir llamadas, incluidos los años de utilización, las horas por semana y el uso de un dispositivo de manos libres/teléfono con altavoz. Después se analizó la relación entre su utilización y la hipertensión de nueva aparición después de ajustar por edad y otros indicadores como raza, antecedentes familiares, tabaquismo etc…
La conclusión fue clara, «los usuarios de teléfonos móviles tenían un 7% más de riesgo de hipertensión en comparación con los no usuarios. Aquellos que hablaban por su teléfono móvil durante 30 minutos o más por semana tenían un 12 % más de probabilidades de tener presión arterial alta de nuevo inicio que los participantes que pasaban menos de 30 minutos en llamadas telefónicas».
La recomendación del profesor Qin es muy concreta: «Nuestros hallazgos sugieren que hablar por un teléfono móvil puede no afectar el riesgo de desarrollar presión arterial alta siempre que el tiempo de llamada semanal se mantenga por debajo de la media hora».
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