Pero el hecho es que protegen las manos de posibles infecciones porque evitan que entren virus, hongos y bacterias a través de las uñas, de hecho, «cuanto más crece, más protege, ya que lo hacen a medida que notan que algún agente externo está atacando la uña», explica en ABC, la maquilladora Kristy Taveras.
Es importante hidratar bien las manos para evitar precisamente que la cutícula se engrose y crezca encima de la base de la uña. Algo que podemos evitar utilizando aceite de argán que contiene vitamina E y ácidos grasos que contribuirán a que las uñas crezcan sanas y fuertes.
Una opción para ‘respetar’ la cutícula es la manicura en seco, en la que no se utiliza agua ni ningún producto químico para ablandarlas, aunque no se elimina, sencillamente se limpia y finalmente se pule el borde de la uña con limas desechables. El proceso tarda aproximadamente una hora y el precio es de unos 30 euros.
Por otra parte la manicura rusa tampoco la elimina. Su éxito está precisamente en el uso de tornos para pulir la superficie de la uña y retirar la cutícula sin arrancarla y de una manera totalmente higiénica. Al pulirla desaparece y eso permite aplicar el esmalte en toda la uña, incluso en la zona pegada al dedo.
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