Lo ideal es caminar entre quince y veinte minutos después de la comida, aunque desde TELVA aluden a algunos estudios que explican que hacerlo solo entre dos y cinco minutos tiene efectos en los niveles de azúcar en sangre. Si además del paseo terminas la comida con una infusión digestiva como poleo o anís, evitarás tener gases. Ah y muy importante, cuanto antes salgas mejor.
Respecto a la reducción de los niveles de azúcar en la sangre habla precisamene un un análisis de datos realizado en Sports Medicine , en el que los investigadores analizaron los resultados de siete estudios que comparaban los efectos que tiene estar sentado frente a estar de pie o caminar sobre los indicadores de salud del corazón, entre ellos los niveles de insulina y azúcar en sangre. Se dedujo que una caminata de baja intensidad después de comer reduce de manera significativa las subidas y bajadas de azúcar en sangre, Y es que «Al activar la digestión con el movimiento, los azúcares se absorben a un ritmo constante», explican desde el mismo medio.
Y es que este simple paseo reporta un montón de beneficios a nuestro organismo, ya que activaremos la circulación sanguinea y la presión arterial y con ello estaremos a su vez controlando el colesterol. Pero hacerlo justo después de comer conlleva algún que otro beneficio adicional.
Caminar después de comer activa el metabolistmo y eso hace que gastemos energía y quememos calorías. Y por último reduce la hinchazón de la tripa y los gases, algo que subraya un estudio publicado en Gastroenterology and Hepatology from Bed to Bench, que señala que «caminar durante 10 a 15 minutos después de una comida redujo el malestar gastrointestinal, incluidos los eructos, los gases, la hinchazón y los calambres» . Para realizarlo que se monitoreó a un grupo de mujeres con obesidad durante doce semanas en las que salieron a caminar, la reducción de grasa abdominal fue más que evidente, notando una gran disminución de la misma.
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