Lo contaba Socialité el domingo, Zayra Gutiérrez, la hija de Guti y Arancha de Benito ha sido mamá a los 23 años, convirtiendo así en abuelos a sus padres con apenas cincuenta años, 46 el exfutbolista y 53 la presentadora. Hugo, que así se llama el pequeño nacía por parto natural alrededor de las seis de la madrugada con 2,600 kl y ambos se encuentran en muy buen estado.
Era la propia Zayra la que comunicaba su embarazo a través de sus redes sociales dónde el pasado mes de noviembre dedicaba unas bonitas palabras al padre de su niño, Miki Mejías, «No puedo estar más feliz del papá que he elegido, del que estoy enamorada y que se le cae la baba cada vez que me ve la tripita. Gracias mi amor por darme lo mejor que me ha podido dar alguien en esta vida».
Algo que también hacía su madre, Arancha de Benito a través de su Instagram dónde además de reconocer que estaba deseando que naciera el pequeño, le mostraba su amor incondicional a Zayra y le explicaba a su hija que los niños no vienen con «manual de instrucciones», pero también le hablaba de lo que iba a sentir, «Sentirás algo indescriptible, amor incondicional. Seguirás aprendiendo, creciendo y aunque nada volverá a ser como antes, será muy bonito y especial», escribía y añadía tal y como explican desde la revista Lecturas, «Será tu luz y la de todos los que te queremos. Estoy deseando que llegue el momento, nerviosa, lo confieso, más que tú. Todavía me parece increíble, voy a ser abuela y no me puede parecer más bonito y emocionante».
También le dedicaba unas bonitas palabras junto a una foto de su hija embarazada hace pocos días, «TIC TAC… En cualquier momento traerás al mundo una nueva vida… Hugo. Será tu luz y la de todos los que te queremos. Estoy deseando que llegue el momento, nerviosa, lo confieso, más que tú. Todavía me parece increíble, voy a ser abuela y no me puede parecer más bonito y emocionante. ¡Te adoro!».
Por su parte Romina Belluscio, la modelo argentina actual pareja de Guti compartía algunas fotos de su marido con el pequeño Hugo en brazos junto a sus dos hijos y precisamente a ellos se refería, «Pequeño Hugo, bienvenido a la familia. Tus tíos Enzo y Romeo están deseando cuidarte y jugar contigo». Además felicitaba a los papás y con sentido del humor añadía un piropo para su marido, «¡Y felicidades al abuelo más cañón que existe!».
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