Y es que colorear pertenece al grupo de actividades que nos permiten ser creativos y divertirnos, la consecuencia es que al practicarlo, aumenta la producción de endorfinas, lo que a su vez nos crea una sensación de bienestar y rebaja los niveles de cortisol, la hormona del estrés.
Desde clara.es aluden a un estudio realizado por la Universidad de Birmingham City, que comparaba colorear con la meditación cómo métodos eficaces contra el estrés. En él participaron 180 personas que dividieron en dos grupos. Uno de ellos se dedicó durante dos semanas a colorear 20 minutos al día y el otro hizo meditación durante el mismo tiempo, concretamente una práctica llamada ‘bondad amorosa’,enfocada en potenciar los sentimientos de bondad, compasión y empatía hacia los demás.
Los resultados no dejaron lugar a dudas, el grupo que había coloreado tenían menos estrés, ansiedad y depresión que el grupo que había meditado.
Sin embargo no sirve practicar este hábito de cualquier forma, según los autores de este estudio es importante hacerlo en un lugar donde nadie nos moleste y estemos tranquilos y cómodos. Además no debemos complicarnos eligiendo demasiados materiales, «lo mejor es usar páginas para colorear abstractas, que te permitan concentrarte en la actividad, sin pensar en qué colores le corresponden a cada cosa, como los mandalas», explican.
Aconsejan además prestar atención a nuestros pensamientos mientras pintamos, «Si se te ocurre algo o sientes alguna emoción, simplemente déjala pasar. Vuelve a enfocarte en los colores que vas poniendo en la página o en los movimientos de tu mano. Cada vez que tu mente se «vaya», tráela de vuelta y sigue coloreando.»
Además entre los beneficios de colorear están que mejora la concentración, ayuda a dormir mejor, estimula la creatividad, libera emociones negativas, es relajante y te hace más feliz. Merece la pena intentarlo, ¿no crees?
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