Cada una de nuestras huellas dactilares son únicas en el mundo. Cuando el feto se está desarrollando en el útero materno se forman también las huellas dactilares de las que no hay dos patrones iguales ni siquiera en el caso de los gemelos. Las huellas dactilares se forman alrededor de la semana 13 de gestación y tal y como explican desde Nius Diario «El proceso comienza con la formación de hendiduras en las yemas de los dedos, llamadas «crestas primarias», que despues se extienden y entrelazan.»
De momento lo unico que se sabía al respecto como explican desde el mismo medio es que ,» los genes tienen mucho que ver en esto. Juegan un papel importante en la formación del patrón complejo de surcos y protuberancias en las yemas de los dedos»
Entonces ¿qué ocurre en el caso de los gemelos?, aunque los genes son clave no lo explican todo, desde niusdiario se refieren a un estudio publicado recientemente en la Revista Cell, que precisamente aporta algo más de información al respecto.
El estudio en cuestión «revela que hay tres familias de proteínas, de moléculas de señalización, que junto con ligeras diferencias en la forma del dedo y el momento del crecimiento de la piel, interactúan para crear variaciones únicas en cada huella», explican.
Algo que matiza el biólogo evolutivo Roel Nusse, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford (EE.UU.) en Science, «Es un buen ejemplo de cómo fluctuaciones menores pueden generar variaciones interminables en un patrón».
El genetista Denis Headon y su equipo de la Universidad de Edimburgo han secuenciado el ARN de las células de la punta de los dedos de embriones humanos, para identificar los genes que se expresan durante el desarrollo de esas crestas primarias de las que hablábamos al comienzo.
«Y han descubierto que esos genes implican tres vías de señalización diferentes, tres familias de proteínas (WNT, BMP, EDAR) que llevan instrucciones a las células. Cada una desempeña un papel en el crecimiento de la piel en la punta de los dedos. «
Lo que parece que queda claro en el estudio es que las tres vias de señalización trabajan juntas para formar las crestas en los dedos que crecerán hasta formar la estructura final de las huellas dactilares. Además Headon explica en Nature que la anatomía de la mano tiene que ver también en el proceso de formación de una huella dactilar única.
» la clave no son solo los ingredientes moleculares», explica «sino también cómo se despliegan en la anatomía de la mano” y es que«la forma general del patrón de la huella dactilar depende de la anatomía del dedo y del momento exacto en que se forma la cresta.»
Los investigadores encontraron que «las crestas comienzan a formarse en tres lugares: el centro de la yema del dedo, la punta del dedo y el pliegue en la base de la yema del dedo. Desde estos tres sitios, las crestas se extienden como «ondas». Y «cada cresta sirve para definir la posición de la siguiente», según explica Headon.
Los expertos modificaron el tiempo, el ángulo y la ubicación precisa de las «ondas» en esos tres sitios, y crearon arcos, bucles y verticilos (los tres patrones de crestas primarias), que después «chocaron» entre sí, se entrelazaron. El biólogo evolutivo de la Universidad del Sur de California Cheng-Ming Chuong, explicó que el choque de estas ondas genera «una turbulencia que ayuda a crear la diversidad de patrones de huellas dactilares».
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