Las redes sociales han cambiado para siempre la forma en que nos enamoramos y hacemos amistades. Hoy, conocer a tu media naranja con un swipe en Tinder o un like en Instagram, es lo más normal del mundo.
No cabe duda que mucha gente ha encontrado el amor en línea. Un montón de historias de éxito de parejas que se conocieron en internet, empezaron a charlar, conectaron y cuando se vieron en persona surgió la química mágica. Las redes nos permiten encontrar gente con tus mismos gustos e intereses y eso hace todo más fácil.
Verifica que la persona que conociste en línea es quien dice ser. Una videollamada o conocerse en persona lo antes posible puede ayudar.
No te enamores de una fantasía. A veces nos muestran solo lo que queremos ver en las redes. Conoce a la persona en profundidad.
Vete despacio. No toda relación en línea está destinada al matrimonio. Pasa por el proceso de conocerse y ver si surge la química antes de hacerte ilusiones.
Confía en sus instintos. Si algo no te hace sentir bien, no continúes sólo por continuar. Mejor quedarse solo que mal acompañado.
¡Esa es la magia de las redes sociales, señoras y señores!