A menudo todos tenemos la sensación de que el tiempo corre demasiado rápido y que el mundo en general también, muchos lo aceptan sin más pero para otros supone un motivo de ansiedad. Hoy hablamos de flexibilidad mental, algo que precisamente influye y mucho en cómo nos tomamos esa sensación vertiginosa de un mundo que va muy rápido.
Desde telva.es explican que mientras la resilencia «se refiere a la capacidad del ser humano para afrontar las adversidades mediante pensamientos y conductas que posibiliten una adaptación…la flexibilidad mental sería tener esa adaptación de forma constante, no solo ante situaciones negativas». En definitiva se trata de adaptación.
Ahora más que nunca es esencial tener esa flexibilidad mental de la que hablamos, ya que es más necesaria en momentos de cambios socilales o futuro incierto, algo que vivimos hace tres años con la pandemia, además de porque en la vida todo es cambio y evolución y necesitamos cambiar con ella en lo profesional, personal o familiar.
Gestos para entrenar la flexibilidad mental también en los niños
La buena noticia es que podemos entrenarla porque no podemos controlar lo que sucede en nuestro entorno pero si la manera en la que nosotros reaccionamos a ello. Para ello hay algunas cosas que podemos hacer:
Conocer gente
Practicar deporte,» ya que se ha demostrado que el ejercicio ayuda al cerebro a oxigenarse y a establecer nuevas conexiones neuronales, algo que también ocurre cuando nuestra cabeza tiene que abrirse a nuevas situaciones. Por tanto, cuantas más veces realice esa conexiones más fácil le será hacerlo la próxima vez».
Leer y escuchar libros y programas variados, no sólo aquello que nos gusta escuchar o leer o que coincide con nuestras opiniones. Nos ayudará a no sentirnos incómodos cuando nos encontremos con algo que se sale de nuestra zona de confort.
Aprender un idioma o algo nuevo, ya que «el aprendizaje expande la mente».
Aceptar imprevistos o situaciones inesperadas que no nos apetecen, todo lo que se salga de nuestro control, esto nos ayudará a encontrar soluciones y alternativas.
En los más pequeños también se puede entrenar esta flexibiliad mental, estas son algunas formas de hacerlo:
Potenciando que lean y escriban, esto potenciará a su vez la flexibilidad mental
Cambiándoles las cosas de lugar para que las busquen en lugares diferentes
Ante una discusión en casa plantearles que busquen soluciones diferentes
Proponiéndoles que busquen utilidades diferentes de un objeto a modo de juego
Sacándoles de su zona de confort ofreciéndoles nuevas actividades, retos o planes diferentes en familia
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Todo esto les ayudará a adaptarse mejor a los cambios durante la infancia pero tambien de adultos, además de a tolerar mejor los errores y cambios de planes, a buscar soluciones y a desarrollar la imaginación entre otros muchos beneficios.