Aquellas personas que padecen diabetes experimentan en su propia piel cómo esta puede alterar los nervios, los riñones, el corazón y otras partes importantes del cuerpo. Pero ¿conocías que la enfermedad también puede acarrearte problemas serios en la boca?
Tal y como ha detallado la Sociedad Española de Diabetes (SED) esta enfermedad afecta a uno de cada siete adultos representando un 14,8% de la población. Se trata de una de las tasas más altas existentes en Europa. Lo más sorprendente es que alrededor del 30,3% de la población padece esta enfermedad pero no la tienen diagnosticada.
El gran problema viene cuando no se detecta o no se ataja correctamente, ya que esto puede ocasionar grandes complicaciones hasta el punto de resultar mortal por un posible infarto de miocardio, un accidente cerebrovascular, problemas renales… Estas posibles alteraciones acotan la calidad de vida de las personas y suponen un aumento de los costes sanitarios. Estos son los motivos que llevan a concienciar sobre la correcta alimentación y a poner el foco en las posibles señales que podrían indicar que tienes diabetes.
«La enfermedad de las encías puede provocar la pérdida de dientes y un aumento del azúcar en la sangre», ha advertido desde los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos. Desde este organismo insisten en lo importante que es acudir a las revisiones médicas con los dentistas, incluso cuando uno está bien.
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Prevención en la salud bucal para evitar la diabetes
Según el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de EEUU las encías siempre tienen que permanecer rosadas y en perfecto estado. Según el organismo el «exceso de glucosa» en sangre a causa de la enfermedad puede provocar «dolor, infección» y otros problemas de salud bucal.
No hay que olvidar que la glucosa siempre está presente en la saliva, el cual mantiene la boca húmeda. Y el hecho de que no se controlen los niveles de glucosa puede llevar a que la glucosa presente en la saliva provoque la aparición de placa con mayor facilidad. Esta problema deriva de comer todo tipo de alimentos, especialmente, aquellos que contienen grandes cantidades de azúcar.
Caries dental. Los estudios publicados hasta la fecha resultan contradictorios. Algunos hacen referencia a que una menor frecuencia de caries bucales supone la exclusión total de azúcares en la dieta, mientras que otros relacionan directamente que el índice de caries puede responder a un exceso de glucosa. De hecho, se ha detectado que los diabéticos presentan una alta incidencia de caries.
Candidiasis oral. Las personas que padecen diabetes tienen mayor predisposición a padecer esta enfermedad bucal, independientemente de los niveles de glucosa. Los síntomas más frecuentes son formaciones blanquecinas y manchas rojizas.
Mucormicosis o ficomosis. Las personas que padecen una diabetes incontrolada pueden desarrollar más fácilmente la aparición de esta enfermedad bucal. Suele ocasionar mucho dolor y suele manifestarse como una pequeña alteración en la zona afectada.
Boca seca. Pese a que no haya estudios que lo confirmen, se sabe que alrededor del 76% de los diabéticos están recibiendo tratamientos para acabar con la tan odiada xerostomía.
Ardor bucal. Otro de los signos que pueden ponerte en alerta es el quemazón lingual, ya que a veces suele manifestarse de forma muy intensa.
Aumento de las glándulas salivales. Las personas que tienen una diabetes diagnosticada y controlada suelen experimentar también un aumento considerable de sus glándulas salivales.
Alteración del gusto. Los pacientes con esta enfermedad también han declarado otro de los síntomas que padecen. Se trata de una modificación del gusto, algo que notan notablemente en la punta de la lengua y en los laterales.
