¿Alguna vez has presenciado un atragantamiento grave? Tanto si la respuesta es sí como si es no, debes saber que si tú o alguien se atraganta no debes hacer lo primero que se te venga a la mente. Pues si sigues tus instintos es posible que acabes dándole golpes por la espalda a una persona que está en pleno episodio de atragantamiento, y esto, generalmente no ayuda.
Cuando una persona se atraganta, tal y como ha explicado la doctora Adriana Pérez, responsable de la Unidad de Disfagia del Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario de Madrid a la agencia de noticias Europa Press, se pueden hacer únicamente dos cosas dependiendo de la gravedad del atragantamiento.
Para casos leves de atoro, lo mejor es intentar toser o invitar a la persona que se ha atragantado a que lo haga. Sin embargo, en el caso de que la persona atragantada esté sufriendo una asfixia y ya no pueda emitir ningún ruido porque su garganta está totalmente colapsada, lo mejor es realizar la maniobra de Heimlich, un procedimiento de primeros auxilios pensado para desobstruir la vía respiratoria también conocido como compresión abdominal.
Así, aunque pueda sonar extraño, cuando una persona se atraganta lo último que debe hacerse es darle golpes en la espalda o lo que se conoce en el argot médico como golpes interescapulares. Pues estos, según detalla la profesional del Hospital Nuestra Señora del Rocío, pueden empeorar la situación y convertir una obstrucción leve de la garganta en una grave.
Si un adulto se atraganta y es grave: haz la maniobra de Heimlich
En caso de atragantamiento grave de un adulto, lo más recomendable, en caso de que esté acompañado, es hacer rápidamente la maniobra de Heimlich siguiendo los siguientes pasos:
Colocar a la persona que se está atragantando de pie y abrazarla por la espalda con los dos brazos
Colocar las manos sobre el abdomen de la persona que se está atragantando y presionar con una mano cerrada y la otra recubriendo la primera. El puño, con el pulgar hacia arriba, se debe apoyar sobre el abdomen para presionar hacia el centro del estómago, entre el ombligo y las costillas de la víctima, hasta en cinco ocasiones para ver si se evacúa el elemento obstructor. Es importante que el movimiento sea recto y ascendente.
Si después de presionar cinco veces no se evacúa el elemento obstructor, se deberán dar cinco golpes interescapulares en la espalda y se volverá a empezar con la maniobra hasta que el paciente lo expulse o en caso de que no lo haga, llamar a urgencias rápidamente.
Si alguien se atraganta y está solo: se puede ayudar de una silla
En caso de que un adulto se atragante y no haya nadie para socorrerle lo mejor es, primero intentar hacer fuerza para expulsar el cuerpo que está provocando la obstrucción y si no se consigue, recurrir a una silla u otra superficie dura que sirva como base para hacer fuerza. Una vez se tenga detectada, se debe colocar el pecho sobre esta de manera que, al hacer fuerza, se haga presión entre el ombligo y las costillas y repetir la maniobra hasta que se expulse el cuerpo extraño.
Qué hacer si un niño se atraganta
Si es un niño menor de dos el que se atraganta lo mejor es seguir los siguientes pasos:
Tumbar al niño boca arriba sobre una superficie rígida.
Apoyar las manos una sobre la otra encima de la zona que va desde el esternón hasta el ombligo del bebé.
Empujar varias veces con las manos haciendo fuerza en dirección al tórax.
Si el niño es lactante, según detalla la doctora Pérez, lo mejor es ponerse al bebé boca abajo sobre el antebrazo, darle cinco palmadas en la espalda con la base de la palma de la mano libre entre los omóplatos y si el objeto no sale, volver a darle la vuelta al bebé y presionar cinco veces en su pecho, entre las dos tetitas.
Por último, el niño o la niña que se atraganta es mayor de dos años se le puede realizar la maniobra de Heimlich sin ningún problema, ya que su cuerpo no sufrirá daños y es lo más efectivo.
