La comida, el clima, la gente, la belleza de sus edificios, los museos… son muchas las razones por las que cada vez que alguien pisa España, o alguna ciudad de ésta, tiene razones más que suficientes para enamorarse de nuestro país. De hecho, no es la primera vez que alguna de nuestras localidades consigue colarse en algún ranking o, al menos, logra que un medio internacional la destaque.
La última ha sido Logroño. El medio The Washington Post ha hecho un reportaje, destacándola como «una pequeña capital española», en la que ha nombrado «la comida y el vino» como dos manjares que todo el mundo debería probar. Además, otra de las cosas que ha destacado es que es un lugar «sin aglomeraciones».
«Esta ciudad de unos 150.000 habitantes cuenta con algo que es mucho más difícil de encontrar en los centros turísticos españoles de Barcelona, Madrid y Sevilla: escasez de compañeros de viaje», manifiesta el propio medio estadounidense.
Asimismo, el The Washington Post destaca sus «calles estrellas del casco antiguo» donde invita a los aventureros a perderse y disfrutar de la soledad que les regala este municipio. Además, habla de sitios de interés turístico como la Concatedral de Santa María de la Redonda o la Iglesia de Santiago El Real.
La gastronomía y el vino a la altura de la ciudad
David Farley, el periodista gastronómico que ha realizado este reportaje, ha querido destacar dos cosas de Logroño: la gastronomía y el vino. Farley ha hablado de la ciudad como uno de sus «lugares favoritos» de España y no solo por todos los rincones que tiene para poder perderte en ella, sino porque «ha estado floreciendo con restaurantes, bares y hoteles memorables que se han abierto en los últimos cinco años».
Esto lo ha llevado a invitar al visitante a recorrer alguna de sus bodegas y disfrutar de sus catas donde se puede adquirir vino de Rioja y ha citado alguno de sus sitios favoritos como la Bodega Franco-Españolas o Arizcuren.
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Por otro lado, el periodista también ha propuesto irse de pinchos por la calle Laurel. La oreja de ‘El perchas’, la tortilla de patatas de ‘El Sebas’ o las patatas bravas del ‘Jubera’, son tres de los locales que el periodista ha querido destacar de la calle Laurel, la misma que mide «dos campos de fútbol y aproximadamente 8 pies de ancho».