Se trata de una fruta de lo más sabrosa que se puede comer en diferentes formas: productos, salsas, comidas, postres…, pero también en distintos momentos del día. Dada la energía que aporta, son muchas personas las que optan por introducírselo en el desayuno y así empezar el día con el pie derecho. No obstante, son muchos los que se preguntan si es una buena opción a estas horas de la mañana.
La Fundación Española de Nutrición define al plátano como «una fruta tropical procedente de una planta herbácea y que pertenece a la familia de las musáceas». Asimismo, aunque se ha especulado mucho sobre su procedencia, lo cierto es que viene de la India, haciéndose muy conocida en el Mediterráneo tras la conquista de los árabes en el año 650 d.C.
Los plátanos son muy nutritivos y tienen una gran cantidad de potasio, fibra y vitaminas B6 y C. Lo que más destaca de sus componentes en su riqueza en carbohidratos y en azúcares, algo que viene del proceso de maduración, haciendo que el almidón se convierta en azúcar natural.
Por otro lado, otros estudios también demuestran que los desayunos tienen que ser variados y no pueden estar compuestos solo de carbohidratos procesados. Pues estos pueden aumentar los niveles de hambre y a largo plazo también el riesgo de aumento de peso.
Sobre tomar un plátano antes incluso de desayunar, los expertos aseguran que es una forma de saciarnos y de ayudarnos con nuestra digestión. Esto es debido a que los micronutrientes que lo componen hace que cueste más vaciar el estómago.
Los plátanos verdes también tienen un tipo de fibra que recibe el nombre de almidón y que es resistente a la digestión en el tracto gastrointestinal, promoviendo la salud. Además, independientemente a lo anterior, los plátanos también son ricos en potasio y en vitaminas.
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