Allá por el mes de julio hablábamos de un aviso de la Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria de los Alimentos de Francia (Anses) que aconsejaba consumir menos de 150 gramos de charcutería a la semana para limitar la exposición a los nitritos y a los nitratos, teniendo en cuenta la relación demostrada entre estos elementos y el riesgo de desarrollar un cáncer colorrectal. Hoy hablamos de un embutido en concreto que se asocia con otro tipo de cáncer.
Aquella advertencia que venía acompañada del compromiso del Gobierno por reducir los nitratos y nitritos que suelen incorporarse a la charcutería para limitar el desarrollo de bacterias que pueden provocar enfermedades como salmolenosis o butulismo entre otras.
Hoy nos detenemos en algo similar pero en este caso en España y en relación a algo más concreto: las salchichas Frankfurt. Las salchichas se elaboran a partir de carne de peor calidad y en concreto las de Frankfurt. Además de que su sabor ahumado se consigue mediante un proceso que las convierte en menos sanas aún.
Desde la OCU advierten que este tipo de salchichas aportan menos proteínas que la carne de cerdo (solo un 12%), tienen una excesiva cantidad de sal (más de 1 gramo de sal por cada 100 gramos de producto), que se utiliza para proporcionar textura al producto y facilita la retención de agua, es más se les añade más agua de la que sería recomendable (61%), un plus que el consumidor termina pagando. Paga agua a precio de carne.
Y es que tal y como explican desde El español, “un estudio publicado en la revista The European Journal of Cancer evidencia el riesgo de las carnes procesadas, relacionando su consumo con un mayor riesgo de cáncer de mama”
En el estudio, realizado por un equipo de investigadores del Instituto de Salud y Bienestar de la Universidad de Glasgow (Reino Unido), participaron más de 260.000 mujeres de entre 40 a 69 años a las que se hizo un seguimiento, la conclusión fue clara el riesgo de cáncer de pecho aumentó significativamente para todas aquellas que ingirieron más de nueve gramos de carnes procesadas cada día.
Pero hay más estudios que avalan esta teoría, como el de la investigadora del departamento de Nutrición de la Universidad de Harvard, Maryam S. Farvid, que analizó por separado los efectos de la carne roja y la carne procesada sobre el organismo a largo plazo. Los resultados, que se publicaron en la revista International Journal of Cancer, concluyeron que las mujeres que consumen carne procesada tienen un 9% más de posibilidades de sufrir cáncer de mama que el resto.
Incluso la OMS publicó un informe en 2015 en el que concluía que comer carne procesada (embutido, salchichas, hamburguesas o beicon, por ejemplo) era «carcinógeno para los humanos». Los expertos las califican de cero nutricional y señalan alternativas más sanas como la carne magra, que también cuenta con el toque ahumado.
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