Son ya muchos electores los que han optado por solicitar el voto por correo y asegurarse así que su papeleta cuenta aún estando en la playa. Esta es, precisamente, una de las grandes penas del 23-J, saber si te tocará participar en la mesa electoral. O, mejor dicho, cómo poder librarte de ser miembro.
Sentimos comunicar que la suerte ya está echada y a quien le toque, le ha tocado. El sorteo público arrancó el 22 de junio (hasta el jueves 28 del mismo mes) y los votantes pueden recibir en su buzón una carta de la Junta Electoral Central (JEC) citándoles para estar en la mesa el día de las elecciones generales hasta tres días después del cierre del sorteo.
Ya seas presidente, vocal o suplente, es obligatorio asistir a la llamada del colegio electoral si has sido elegido. Existen toda una serie de excusas legales con las que poder evitar asistir, pero muy concretas y, sobre todo, exigentes. Pero, claro, en caso de no poder asistir por causa de fuerza mayor, es imprescindible presentar a la JEC una «causa justificada y documentada que les impida la aceptación del cargo» en un plazo de máximo siete días desde que reciben la notificación.
Por ley, todos aquellos ciudadanos que son llamados a las urnas para ejercer las funciones de miembro de la mesa electoral perciben una compensación económica al día siguiente. Eso sí, hay excepciones. Solo la cobran quienes son presidentes o vocales, no los sustitutos que al final no se hayan tenido que quedar la jornada completa.
Además, cabe recordar que la dieta es la misma para todos los implicados, ninguna cobra de menos. En cuanto a la cantidad a percibir ha variado. Antes el pago era de 65 euros por el día entero dedicado a los comicios.
Pero esta cifra se ha modificado desde la publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) del pasado 6 de marzo. Ahora se ha incremento a 5 euros esta dieta, por lo que todos aquellos electores que son citados como miembros de mesa electoral cobrarán 70 euros.
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