Acabar con los malos olores también es otra asignatura pendiente que tenemos, sobre todo, cuando utilizamos la fregona con algún producto de limpieza. Con este truco podrás atajar este problema de raíz y a la vez dejar esta como nueva y que te dure más tiempo.
Para limpiar las fregonas es importante recurrir a un quitamanchas con oxígeno activo y, por supuesto, vinagre, un gran aliado en la limpieza. Cuando tengas todo el material localizado, tendrás que coger un cubo llenarlo de agua caliente y verter ambos productos con mucho cuidado.
Después, solo tendrás que introducir la fregona y dejarla reposar. Eso sí, nada más introducirla es importante que la muevas un poco para que absorba bien los dos productos. Al poco tiempo, verás como las manchas y los malos olores comienzan a desaparecer poco a poco y tu fregona empieza a estar reluciente.
Una vez que te hayas asegurado que ya no queda rastro de ninguna mancha sácala, lávala con agua, escúrrela y ¡voilà! Ya tendrás lista la fregona para volver a usarla de nuevo.
Además, este truco para limpiar esta objeto es algo que podrás aplicar a cualquier modalidad de fregona, ya que cabe recordar que muchas son de algodón y otros de microfibra. Su uso siempre depende del tipo de superficie y del fin que se le de.
Así que, ya no tendrás excusa para dejar la fregona en el cubo reposando varios días hasta su posterior uso, ya que con este sencillo truco te acordarás siempre de limpiarla cuando la utilices.
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