Edwin Arrieta

El testimonio de este hombre sobre Edwin Arrieta, aporta nuevos datos al caso Daniel Sancho

Habló para el programa de Sonsoles Ónega

Ana Más

‘El hombre… que pudo ser Daniel Sancho’, así titulaban desde el programa de Sonsoles Ónega, ‘Y ahora, Sonsoles’, la entrevista que le hacían a un hombre que conoció hace 18 años a Edwin Arrieta. Unas declaraciones que podrían dar un vuelco en el caso del hijo de Rodolfo Sancho.

Reconoció que cuando vio la noticia, se sintió identificado con Daniel Sancho, «porque a él también se le pasó por la cabeza acabar con su vida», explican desde Lecturas.

» Él desde el primer día mostró interés sentimental en mí y ha hecho todo lo posible por buscar pretexto para estar conmigo», comenzaba su relato, después explicó que intento invitarle a tomar algo pero que no entendía un no y que ante sus negativas el médico insistió, «me ha hecho invitaciones y detalles los cuales he tenido que rechazar para no darle motivo de que yo tengo interés», explicaba.


Un testimoni0 que se parece mucho al de Daniel Sancho


El joven, que se ha hecho llamar Luis, ha contado que conoció a Edwin en un bar y «se empezó a asustar cuando empezó a recibir llamadas del colombiano«, explican desde la revista Lecturas, hasta 143 en un día, explicó.

Reconoció que el cirujano incluso llegó a propinarle una paliza en alguna ocasión y mostró una cicatriz en la mano, fruto de aquellos enfrentamientos. Además añadió que le chantajeaba con que pudiera pasarle algo a su familia si no accedía a verle.

 «Desde el primer día mostró interés sentimental en mi y ha hecho todo lo posible por estar conmigo», explicaba. Tal fue el acoso, que a los seis meses de conocerle (los hechos ocurrieron en 2005), el joven decidió denunciar a Arrieta, en la Fiscalía de Bogotá, aportando incluso un parte de lesiones y que hasta se vio obligado a renunciar a su trabajo porque le amenazó con «formar un escándalo en la oficina». Reconoció que tuvo que cambiar de domicilio y de número de teléfono. Además explicó que le chantajeaba y le decía que tenía personas siguiéndole y que iba a por su familia.

Un relato, que tal y como explican desde el mismo medio, «se parece sospechosamente a las primeras explicaciones que Daniel Sancho dio a la Policía para tratar de justificar el atroz crimen que confesó haber cometido. Daniel también dijo que era un rehén de Edwin Arrieta».

 

 

 

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